miércoles, 24 de febrero de 2010

PULSO SINDICAL DEL 14 AL 23 DE FEBRERO DE 2010


Hace algún tiempo (Noviembre de 2009) se entregaron los resultados de la sexta Encuesta Laboral ENCLA 2008, trabajo que se supone deriva de la consulta a diversas organizaciones sindicales y empresariales.
Debemos lamentar que este material no sea difundido profusamente entre las organizaciones sindicales. Al menos en nuestro caso, debimos solicitar un ejemplar del mismo ya que fuimos conociendo de algunos antecedentes a través de los medios de comunicación. No es extraña la actitud de la saliente directora del trabajo, que al menos en lo que a nuestra organización respecta, siempre negó o demoró excesivamente pronunciamientos solicitados, así como fue incapaz de dar respuesta a serias denuncias de abusos laborales que aún han de reposar en su escritorio.

Con todo, en la ENCLA hay algunos datos relevantes que son de mucha utilidad para el trabajo sindical y que dejan al descubierto el enorme desafío que debemos asumir para cambiar las cosas. Dice la Encuesta, por ejemplo, que solo el 5,1% de las empresas cuenta con Sindicato activo, o sea el 94,9% de quienes contratan fuerza de trabajo, por distintas vías impiden la organización de los trabajadores. Sin duda que debe influir en esta carencia de organización también el desprestigio en el que ha caído el sindicalismo por el proceder de sus dirigentes. Cuanto ayudará a esta carencia de organización, la demora excesiva en fiscalizar y sancionar las practicas antisindicales?.


De la cantidad de empresas con sindicatos activos, llama la atención la enorme diferencia de organización según la rama de la economía de la que se trate. Mientras el 22,2% de las organizaciones se ubica en “explotación de minas y canteras”, apenas el 0,8% de las organizaciones está en el área de “hoteles y restaurantes”. Siguen a los hoteles y restaurantes en esta tendencia deficitaria “la construcción” con el 1,9% y “el comercio al por mayor y menor” con un 2,6%.
No es por antojo que destaco estos 3 sectores. Son los lugares donde mayor explotación y abuso se detecta – al menos en nuestro diario contacto con los trabajadores – en temas como la jornada de trabajo, remuneraciones y descanso en festivos, esto último particularmente en “hoteles y restaurantes”.
Es justamente en este ítem de “hoteles y restaurantes” en donde se sitúan los trabajadores del turismo, sector ya perjudicado por leyes laborales que permiten jornadas de 12 horas diarias por 5 días, niegan feriados de fiestas Patrias y Año Nuevo y les hacen trabajar en feriados y domingos permanentemente.
Una suerte de “nuevos esclavos” en pleno Siglo XXI.


El 4 de febrero de 2010 la presidenta promulgó la ley del turismo que, como dice un director de la Cámara Nacional de Comercio Servicios y Turismo en una columna de opinión, “tiene por objeto el desarrollo y promoción de la actividad turística…”.
No está demás decir que las autoridades políticas no se interesaron en conocer la opinión de los trabajadores vinculados al turismo, salvo una desabrida reunión con Santelices de Sernatur que nunca respondió a lo que se le remitió, además de una desagradable comunicación con Astoreca de la patronal del sector, quien solo estaba interesado en que los trabajadores avalaran entre otras joyas de su propuesta, aquella que dice relación con la posibilidad de que los trabajadores del turismo llegaran a trabajar 16 horas diarias.
De las pocas organizaciones que cuentan con bases reales en el sector del turismo está la CGT, pero nunca fue consultada ni invitada a discusión ninguna sobre el particular, salvo las ya citadas, que derechamente solo implicaron una perdida de tiempo.


Resulta que el director de la Cámara de Turismo en la columna de la Tercera del 8 de febrero a la que hacemos alusión, considera “imprescindible una modificación al Código del Trabajo….. Se debe conjugar adecuadamente que los trabajadores puedan alcanzar mejores condiciones de trabajo y mayor capacitación laboral, con una mayor adecuación de sus labores a las estacionalidades y horarios que demandan los turistas”.

Solo para fijar la posición de los actores, digamos que la organización del señor Astoreca nos pedía apoyar una propuesta de modificación al Código donde “las horas extras no estuvieran limitadas, salvo por el derecho a garantizar 8 horas diarias de descanso al trabajador, así como la renuncia a días de descanso por feriados o domingos en el mes en tiempos de alta ocupación”.
Por lo anteriormente expuesto los trabajadores no pueden permanecer como espectadores. Recientemente se ha reactivado la FETRATUR y uno de sus principales objetivos es ayudar a aumentar este paupérrimo 0,8% de organización sindical en el rubro hoteles y restaurantes. Es un desafío no menor en el que deben involucrarse todos los que ven a la clase trabajadora como el actor fundamental en la nueva sociedad a construir.


En La Nación del 15 de Febrero, el dirigente del Partido Comunista Jorge Insunza habla de “una agresión abierta al movimiento sindical”, ya que el futuro ministro de Hacienda de Piñera estaría proponiendo que la negociación colectiva “pueda llegar a darse con 6 trabajadores en una empresa”.
Llama la atención los juicios que se están emitiendo sobre esta iniciativa, tanto como el silencio que acompañó a iniciativas de la Concertación que hoy son leyes y que perjudican bastante a los trabajadores, pese a que contaron con anuencia de muchos de los que hoy quiebran lanzas. (O dijeron algo Insunza y Cia. ante la reforma que instaló la polifuncionalidad por ejemplo?).


¿Es una torpeza proponer la negociación colectiva con un mínimo de 6 trabajadores en una empresa?, Atenta esto contra la estabilidad de la organización sindical y atomiza a los trabajadores? Por supuesto que si y se debe decir con fuerza.
Pero también lo es, la norma legal que permite constituir sindicatos con 8 en empresas de hasta 50 trabajadores. Que piensa de eso Insunza y los demás?¿Es válido que pueda haber un sindicato con 8 trabajadores en una empresa, pero no es válido que puedan negociar colectivamente 6 de ellos?.
La ley que fragmenta la organización sindical es parte de las reformas de los gobiernos de la Concertación en estos 20 años. La posibilidad de que se puedan constituir 6 sindicatos en empresas de hasta 50 trabajadores, no ayuda precisamente a la construcción de organizaciones poderosas.
Es mas, la opinión de Insunza y otros deja en claro cierto desconocimiento de la cuestión laboral, pues parecen ignorar que la ley permite hoy día la negociación colectiva en aquellos sindicatos que cumplan los quórum que la ley establece. O sea, pueden perfectamente presentar proyecto de contrato colectivo sindicatos con 8 socios en una empresa de hasta 50 trabajadores, como también pueden hacerlo 25 trabajadores en una empresa de hasta 250, o 30 en una empresa de 300 o 50 en una empresa de 500.

La cosa ya es grave señores opinantes, pues según el Código vigente si en una empresa de 500 (o mas o menos) trabajadores no hay sindicato y este se constituye, puede hacerlo con 8 trabajadores y eventualmente habría que entender que también están facultados para negociar.


¿Esto no es acaso un camino para el despedazamiento del movimiento sindical, como lo expresa con tanta fuerza Insunza?
Corresponderá a los parlamentarios de su partido, electos en los cupos de la Concertación (entiéndase como los espacios cedidos para llegar al parlamento en virtud de quizás que acuerdos) promover modificaciones a la ley laboral, que en ningún caso van por la línea de algunos trabajadores de mas o de menos para constituir sindicatos o negociar colectivamente.

Nosotros, que llevamos varios años en esto y que hemos escuchado hablar a díscolos, rebeldes, progresistas y un sinfín de calificativos, sabemos muy bien que no tenemos otro camino para concretar nuestras demandas, que la construcción de una gran fuerza propia.
Sabemos que debemos trabajar en su creación y promover la unidad amplia en torno a un programa mínimo, en donde no tengamos que necesariamente pensar igual para luchar por los trabajadores.
Es lo que demandan los trabajadores y debemos trabajar conscientemente en eso, si es que hacemos realidad el planteamiento de que a ellos nos debemos.



MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T.

PULSO SINDICAL DEL 14 AL 23 DE FEBRERO DE 2010

Hace algún tiempo (Noviembre de 2009) se entregaron los resultados de la sexta Encuesta Laboral ENCLA 2008, trabajo que se supone deriva de la consulta a diversas organizaciones sindicales y empresariales.
Debemos lamentar que este material no sea difundido profusamente entre las organizaciones sindicales. Al menos en nuestro caso, debimos solicitar un ejemplar del mismo ya que fuimos conociendo de algunos antecedentes a través de los medios de comunicación. No es extraña la actitud de la saliente directora del trabajo, que al menos en lo que a nuestra organización respecta, siempre negó o demoró excesivamente pronunciamientos solicitados, así como fue incapaz de dar respuesta a serias denuncias de abusos laborales que aún han de reposar en su escritorio.
Con todo, en la ENCLA hay algunos datos relevantes que son de mucha utilidad para el trabajo sindical y que dejan al descubierto el enorme desafío que debemos asumir para cambiar las cosas. Dice la Encuesta, por ejemplo, que solo el 5,1% de las empresas cuenta con Sindicato activo, o sea el 94,9% de quienes contratan fuerza de trabajo, por distintas vías impiden la organización de los trabajadores. Sin duda que debe influir en esta carencia de organización también el desprestigio en el que ha caído el sindicalismo por el proceder de sus dirigentes. Cuanto ayudará a esta carencia de organización, la demora excesiva en fiscalizar y sancionar las practicas antisindicales?.


De la cantidad de empresas con sindicatos activos, llama la atención la enorme diferencia de organización según la rama de la economía de la que se trate. Mientras el 22,2% de las organizaciones se ubica en “explotación de minas y canteras”, apenas el 0,8% de las organizaciones está en el área de “hoteles y restaurantes”. Siguen a los hoteles y restaurantes en esta tendencia deficitaria “la construcción” con el 1,9% y “el comercio al por mayor y menor” con un 2,6%.
No es por antojo que destaco estos 3 sectores. Son los lugares donde mayor explotación y abuso se detecta – al menos en nuestro diario contacto con los trabajadores – en temas como la jornada de trabajo, remuneraciones y descanso en festivos, esto último particularmente en “hoteles y restaurantes”.
Es justamente en este ítem de “hoteles y restaurantes” en donde se sitúan los trabajadores del turismo, sector ya perjudicado por leyes laborales que permiten jornadas de 12 horas diarias por 5 días, niegan feriados de fiestas Patrias y Año Nuevo y les hacen trabajar en feriados y domingos permanentemente.
Una suerte de “nuevos esclavos” en pleno Siglo XXI.

El 4 de febrero de 2010 la presidenta promulgó la ley del turismo que, como dice un director de la Cámara Nacional de Comercio Servicios y Turismo en una columna de opinión, “tiene por objeto el desarrollo y promoción de la actividad turística…”.
No está demás decir que las autoridades políticas no se interesaron en conocer la opinión de los trabajadores vinculados al turismo, salvo una desabrida reunión con Santelices de Sernatur que nunca respondió a lo que se le remitió, además de una desagradable comunicación con Astoreca de la patronal del sector, quien solo estaba interesado en que los trabajadores avalaran entre otras joyas de su propuesta, aquella que dice relación con la posibilidad de que los trabajadores del turismo llegaran a trabajar 16 horas diarias.
De las pocas organizaciones que cuentan con bases reales en el sector del turismo está la CGT, pero nunca fue consultada ni invitada a discusión ninguna sobre el particular, salvo las ya citadas, que derechamente solo implicaron una perdida de tiempo.

Resulta que el director de la Cámara de Turismo en la columna de la Tercera del 8 de febrero a la que hacemos alusión, considera “imprescindible una modificación al Código del Trabajo….. Se debe conjugar adecuadamente que los trabajadores puedan alcanzar mejores condiciones de trabajo y mayor capacitación laboral, con una mayor adecuación de sus labores a las estacionalidades y horarios que demandan los turistas”.

Solo para fijar la posición de los actores, digamos que la organización del señor Astoreca nos pedía apoyar una propuesta de modificación al Código donde “las horas extras no estuvieran limitadas, salvo por el derecho a garantizar 8 horas diarias de descanso al trabajador, así como la renuncia a días de descanso por feriados o domingos en el mes en tiempos de alta ocupación”.
Por lo anteriormente expuesto los trabajadores no pueden permanecer como espectadores. Recientemente se ha reactivado la FETRATUR y uno de sus principales objetivos es ayudar a aumentar este paupérrimo 0,8% de organización sindical en el rubro hoteles y restaurantes. Es un desafío no menor en el que deben involucrarse todos los que ven a la clase trabajadora como el actor fundamental en la nueva sociedad a construir.

En La Nación del 15 de Febrero, el dirigente del Partido Comunista Jorge Insunza habla de “una agresión abierta al movimiento sindical”, ya que el futuro ministro de Hacienda de Piñera estaría proponiendo que la negociación colectiva “pueda llegar a darse con 6 trabajadores en una empresa”.
Llama la atención los juicios que se están emitiendo sobre esta iniciativa, tanto como el silencio que acompañó a iniciativas de la Concertación que hoy son leyes y que perjudican bastante a los trabajadores, pese a que contaron con anuencia de muchos de los que hoy quiebran lanzas. (O dijeron algo Insunza y Cia. ante la reforma que instaló la polifuncionalidad por ejemplo?).

¿Es una torpeza proponer la negociación colectiva con un mínimo de 6 trabajadores en una empresa?, Atenta esto contra la estabilidad de la organización sindical y atomiza a los trabajadores? Por supuesto que si y se debe decir con fuerza.
Pero también lo es, la norma legal que permite constituir sindicatos con 8 en empresas de hasta 50 trabajadores. Que piensa de eso Insunza y los demás?¿Es válido que pueda haber un sindicato con 8 trabajadores en una empresa, pero no es válido que puedan negociar colectivamente 6 de ellos?.
La ley que fragmenta la organización sindical es parte de las reformas de los gobiernos de la Concertación en estos 20 años. La posibilidad de que se puedan constituir 6 sindicatos en empresas de hasta 50 trabajadores, no ayuda precisamente a la construcción de organizaciones poderosas.
Es mas, la opinión de Insunza y otros deja en claro cierto desconocimiento de la cuestión laboral, pues parecen ignorar que la ley permite hoy día la negociación colectiva en aquellos sindicatos que cumplan los quórum que la ley establece. O sea, pueden perfectamente presentar proyecto de contrato colectivo sindicatos con 8 socios en una empresa de hasta 50 trabajadores, como también pueden hacerlo 25 trabajadores en una empresa de hasta 250, o 30 en una empresa de 300 o 50 en una empresa de 500.

La cosa ya es grave señores opinantes, pues según el Código vigente si en una empresa de 500 (o mas o menos) trabajadores no hay sindicato y este se constituye, puede hacerlo con 8 trabajadores y eventualmente habría que entender que también están facultados para negociar.

¿Esto no es acaso un camino para el despedazamiento del movimiento sindical, como lo expresa con tanta fuerza Insunza?
Corresponderá a los parlamentarios de su partido, electos en los cupos de la Concertación (entiéndase como los espacios cedidos para llegar al parlamento en virtud de quizás que acuerdos) promover modificaciones a la ley laboral, que en ningún caso van por la línea de algunos trabajadores de mas o de menos para constituir sindicatos o negociar colectivamente.

Nosotros, que llevamos varios años en esto y que hemos escuchado hablar a díscolos, rebeldes, progresistas y un sinfín de calificativos, sabemos muy bien que no tenemos otro camino para concretar nuestras demandas, que la construcción de una gran fuerza propia.
Sabemos que debemos trabajar en su creación y promover la unidad amplia en torno a un programa mínimo, en donde no tengamos que necesariamente pensar igual para luchar por los trabajadores.
Es lo que demandan los trabajadores y debemos trabajar conscientemente en eso, si es que hacemos realidad el planteamiento de que a ellos nos debemos.


MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T.


PULSO SINDICAL DEL 14 AL 23 DE FEBRERO DE 2010

Hace algún tiempo (Noviembre de 2009) se entregaron los resultados de la sexta Encuesta Laboral ENCLA 2008, trabajo que se supone deriva de la consulta a diversas organizaciones sindicales y empresariales.
Debemos lamentar que este material no sea difundido profusamente entre las organizaciones sindicales. Al menos en nuestro caso, debimos solicitar un ejemplar del mismo ya que fuimos conociendo de algunos antecedentes a través de los medios de comunicación. No es extraña la actitud de la saliente directora del trabajo, que al menos en lo que a nuestra organización respecta, siempre negó o demoró excesivamente pronunciamientos solicitados, así como fue incapaz de dar respuesta a serias denuncias de abusos laborales que aún han de reposar en su escritorio.
Con todo, en la ENCLA hay algunos datos relevantes que son de mucha utilidad para el trabajo sindical y que dejan al descubierto el enorme desafío que debemos asumir para cambiar las cosas. Dice la Encuesta, por ejemplo, que solo el 5,1% de las empresas cuenta con Sindicato activo, o sea el 94,9% de quienes contratan fuerza de trabajo, por distintas vías impiden la organización de los trabajadores. Sin duda que debe influir en esta carencia de organización también el desprestigio en el que ha caído el sindicalismo por el proceder de sus dirigentes. Cuanto ayudará a esta carencia de organización, la demora excesiva en fiscalizar y sancionar las practicas antisindicales?.

De la cantidad de empresas con sindicatos activos, llama la atención la enorme diferencia de organización según la rama de la economía de la que se trate. Mientras el 22,2% de las organizaciones se ubica en “explotación de minas y canteras”, apenas el 0,8% de las organizaciones está en el área de “hoteles y restaurantes”. Siguen a los hoteles y restaurantes en esta tendencia deficitaria “la construcción” con el 1,9% y “el comercio al por mayor y menor” con un 2,6%.
No es por antojo que destaco estos 3 sectores. Son los lugares donde mayor explotación y abuso se detecta – al menos en nuestro diario contacto con los trabajadores – en temas como la jornada de trabajo, remuneraciones y descanso en festivos, esto último particularmente en “hoteles y restaurantes”.
Es justamente en este ítem de “hoteles y restaurantes” en donde se sitúan los trabajadores del turismo, sector ya perjudicado por leyes laborales que permiten jornadas de 12 horas diarias por 5 días, niegan feriados de fiestas Patrias y Año Nuevo y les hacen trabajar en feriados y domingos permanentemente.
Una suerte de “nuevos esclavos” en pleno Siglo XXI.

El 4 de febrero de 2010 la presidenta promulgó la ley del turismo que, como dice un director de la Cámara Nacional de Comercio Servicios y Turismo en una columna de opinión, “tiene por objeto el desarrollo y promoción de la actividad turística…”.
No está demás decir que las autoridades políticas no se interesaron en conocer la opinión de los trabajadores vinculados al turismo, salvo una desabrida reunión con Santelices de Sernatur que nunca respondió a lo que se le remitió, además de una desagradable comunicación con Astoreca de la patronal del sector, quien solo estaba interesado en que los trabajadores avalaran entre otras joyas de su propuesta, aquella que dice relación con la posibilidad de que los trabajadores del turismo llegaran a trabajar 16 horas diarias.
De las pocas organizaciones que cuentan con bases reales en el sector del turismo está la CGT, pero nunca fue consultada ni invitada a discusión ninguna sobre el particular, salvo las ya citadas, que derechamente solo implicaron una perdida de tiempo.

Resulta que el director de la Cámara de Turismo en la columna de la Tercera del 8 de febrero a la que hacemos alusión, considera “imprescindible una modificación al Código del Trabajo….. Se debe conjugar adecuadamente que los trabajadores puedan alcanzar mejores condiciones de trabajo y mayor capacitación laboral, con una mayor adecuación de sus labores a las estacionalidades y horarios que demandan los turistas”.

Solo para fijar la posición de los actores, digamos que la organización del señor Astoreca nos pedía apoyar una propuesta de modificación al Código donde “las horas extras no estuvieran limitadas, salvo por el derecho a garantizar 8 horas diarias de descanso al trabajador, así como la renuncia a días de descanso por feriados o domingos en el mes en tiempos de alta ocupación”.
Por lo anteriormente expuesto los trabajadores no pueden permanecer como espectadores. Recientemente se ha reactivado la FETRATUR y uno de sus principales objetivos es ayudar a aumentar este paupérrimo 0,8% de organización sindical en el rubro hoteles y restaurantes. Es un desafío no menor en el que deben involucrarse todos los que ven a la clase trabajadora como el actor fundamental en la nueva sociedad a construir.

En La Nación del 15 de Febrero, el dirigente del Partido Comunista Jorge Insunza habla de “una agresión abierta al movimiento sindical”, ya que el futuro ministro de Hacienda de Piñera estaría proponiendo que la negociación colectiva “pueda llegar a darse con 6 trabajadores en una empresa”.
Llama la atención los juicios que se están emitiendo sobre esta iniciativa, tanto como el silencio que acompañó a iniciativas de la Concertación que hoy son leyes y que perjudican bastante a los trabajadores, pese a que contaron con anuencia de muchos de los que hoy quiebran lanzas. (O dijeron algo Insunza y Cia. ante la reforma que instaló la polifuncionalidad por ejemplo?).

¿Es una torpeza proponer la negociación colectiva con un mínimo de 6 trabajadores en una empresa?, Atenta esto contra la estabilidad de la organización sindical y atomiza a los trabajadores? Por supuesto que si y se debe decir con fuerza.
Pero también lo es, la norma legal que permite constituir sindicatos con 8 en empresas de hasta 50 trabajadores. Que piensa de eso Insunza y los demás?¿Es válido que pueda haber un sindicato con 8 trabajadores en una empresa, pero no es válido que puedan negociar colectivamente 6 de ellos?.
La ley que fragmenta la organización sindical es parte de las reformas de los gobiernos de la Concertación en estos 20 años. La posibilidad de que se puedan constituir 6 sindicatos en empresas de hasta 50 trabajadores, no ayuda precisamente a la construcción de organizaciones poderosas.
Es mas, la opinión de Insunza y otros deja en claro cierto desconocimiento de la cuestión laboral, pues parecen ignorar que la ley permite hoy día la negociación colectiva en aquellos sindicatos que cumplan los quórum que la ley establece. O sea, pueden perfectamente presentar proyecto de contrato colectivo sindicatos con 8 socios en una empresa de hasta 50 trabajadores, como también pueden hacerlo 25 trabajadores en una empresa de hasta 250, o 30 en una empresa de 300 o 50 en una empresa de 500.

La cosa ya es grave señores opinantes, pues según el Código vigente si en una empresa de 500 (o mas o menos) trabajadores no hay sindicato y este se constituye, puede hacerlo con 8 trabajadores y eventualmente habría que entender que también están facultados para negociar.

¿Esto no es acaso un camino para el despedazamiento del movimiento sindical, como lo expresa con tanta fuerza Insunza?
Corresponderá a los parlamentarios de su partido, electos en los cupos de la Concertación (entiéndase como los espacios cedidos para llegar al parlamento en virtud de quizás que acuerdos) promover modificaciones a la ley laboral, que en ningún caso van por la línea de algunos trabajadores de mas o de menos para constituir sindicatos o negociar colectivamente.

Nosotros, que llevamos varios años en esto y que hemos escuchado hablar a díscolos, rebeldes, progresistas y un sinfín de calificativos, sabemos muy bien que no tenemos otro camino para concretar nuestras demandas, que la construcción de una gran fuerza propia.
Sabemos que debemos trabajar en su creación y promover la unidad amplia en torno a un programa mínimo, en donde no tengamos que necesariamente pensar igual para luchar por los trabajadores.
Es lo que demandan los trabajadores y debemos trabajar conscientemente en eso, si es que hacemos realidad el planteamiento de que a ellos nos debemos.


MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T.
PULSO SINDICAL DEL 23 DE ENERO AL 4 DE FEBRERO DE 2010

Abrimos este Pulso con un tema que ya fue sepultado por los manejadores de la información, al igual como ha sucedido con el caso del poblador que le remataron su casa en Maipú, con los responsables materiales – carabineros en servicio activo - de las muertes de jóvenes mapuches en Arica y Temuco, e incluso como está sucediendo con el caso de Haití, donde la desinformación o información interesada en fijar la atención en solo algunos hechos es realmente descarada.

Nos sorprendió la noticia, no solo por como se gestó el hecho sino por que venía a interrumpir una suerte de estabilidad democrática en la región. Se produjo un golpe de estado en Honduras, el presidente Manuel Zelaya fue sacado de su casa y expulsado a otro país. Su delito, insistir en instalar una cuarta urna en un proceso electoral para que la población se pronunciara ante la posibilidad de modificar la constitución.

Al gorila Michelleti lo condenaron todos, la OEA, la ONU y la UE. El BID y el Banco Mundial anunciaron la suspensión de créditos. La exigencia era una sola. Restituir en su cargo al presidente Zelaya.

Como explicarle al común de los ciudadanos que pese a todas las advertencias “del mundo democrático”, los golpistas han implementado su itinerario, dieron inmunidad de por vida a Michelleti, no restituyeron en su cargo al presidente defenestrado y ya muchos de los críticos del golpe se muestran dispuestos a observar como avanzan las cosas en Honduras para levantar las sanciones, sanciones que no está claro que se hayan aplicado efectivamente?

No es menor lo sucedido en Honduras, a fin de cuentas se impuso el golpe militar sin que se notara una sola actitud de rechazo corporativa, enérgica, categórica. No es menor lo que está pasando en Haití, donde hay miles de uniformados de distintos países, muchos voluntarios y aún no se logra establecer siquiera un orden para distribuir la ayuda. Que decir de lo que pasa en algunos países africanos diezmados por el SIDA y de los miles de niños, jóvenes y adultos que están muriendo de hambre en el mismo continente. Si se informara claramente del enorme daño que está sufriendo el planeta por la emisión de gases seguramente que tendríamos otra reacción y mayor preocupación.

El férreo control de los medios de comunicación por parte de los poderosos nacionales e internacionales, nos tiene procesando lo que ellos quieren entregarnos. Mucho deporte, delincuencia desatada y crímenes perversos, harta entretención y farándula (esto puede revertirse en parte si se tiene acceso a televisión satelital o por cable, pero aún así la información es sesgada)

Es lo que sucede en nuestro país desde hace mucho tiempo. Horas y horas dedicadas a mal informar sobre el conflicto mapuche, mucho espacio entregado a las noticias del futbol y algún otro deporte que se logra colar entremedio (natación, gimnasia y tenis dentro de los mas conocidos), harta actividad “cultural” gratuita que deviene a veces en excesos de alcohol y drogas, iniciativas de todo tipo por el bicentenario y por último la cobertura exagerada a las aventuras de dos marionetas gigantes por el centro de Santiago.

Está bien. Fue interesante ver a decenas de individuos dando movimiento al tío y la sobrina. Maravilloso que por una vez quedaran sin utilizar el palo, los gases y el agua contaminada cuando se aglomeró gente en el centro de Santiago. Millones de ciudadanos pudieron deambular por la ciudad y tener acceso a diversos lugares de interés sin ser discriminados por la policía, pero tengo la impresión que exageraron la nota.

¿No hubiese sido más provechos para la gente que los mas de mil millones de pesos se hubieran destinado a una clara y contundente muestra de estos 200 años, sin censuras ni exclusiones? ¿Y por que no cine gratis, desde el Chacal de Nahueltoro hacía adelante, con las mejores butacas móviles y pantallas gigantes en poblaciones y campamentos de Santiago y regiones?

El Mercurio del 13 de Enero trae un articulo en la pagina B4 en el que hacen un diagnostico de la dirección del trabajo a la vez que intentan dar con el perfil del director que nombrará Piñera “después de 14 años bajo la tutela del PS”. La verdad es que pareciera, por el tenor del articulo, que estamos en presencia de un organismo que se dedicó a defender a ultranza los trabajadores, mas allá incluso de lo que pudo ser la intención del gobierno.

Sin duda y pese a su displicencia y lentitud, esta repartición de una u otra manera se ha encargado de establecer algunas normas que han impedido un ataque a campo traviesa de la patronal contra los desprotegidos trabajadores, pero de ahí a decir que es el bastión de los derechos laborales hay una gran distancia.

Nuestra visión sobre la Dirección del Trabajo no es de las mejores, y aunque destacamos el trabajo de varios funcionarios que se la juegan y a quienes saludamos desde estas líneas, no vimos ni la decisión ni la disposición de la directora de querer aplicar con diligencia la legislación y sancionar como corresponde. Es mas, estamos ciertos que muchas de las denuncias que presentamos ni siquiera salieron de su oficina, otras fueron respondidas luego de meses de ser presentadas.

No son pocos los casos de empresas que violaron los derechos de sus trabajadores hasta que lograron que desaparecieran los sindicatos y la fiscalización no se realizó o se hizo sin el conocimiento de los afectados. Casos como los que afectaron al sindicato de Agrícola Ariztía, Andonaegui, ,Bravissimo y tantos mas, son una muestra de lo que planteamos. Los trabajadores del Hotel Atton podrán dar fe también de nuestro reclamo y quienes están hoy negociando en ALUSUD y aún no reciben un solo documento de la empresa que tampoco ha sido sancionada, podrán decir que en Chile la ley sigue beneficiando al empresario.

No vemos mejores tiempos en esta repartición estatal y desde nuestra visión creemos fundamental la contratación de personal para reforzar la labor de las Inspecciones del Trabajo. Sin ese aumento de la planta de personal será imposible que se haga cumplir la ley. Se necesita aumentar la planta de fiscalizadores para disminuir los tiempos de espera, tanto en el control a las empresas donde se incumple abiertamente la ley como en los comparendos por términos de contrato. Esta disposición a mejorar, no se ve como prioritaria en la derecha que llega al gobierno. O sea, todo seguirá como hasta ahora o empeorará.

Para ambos temas planteados los trabajadores tenemos que tener respuestas. En el primero de los casos hay que profundizar los trabajos con la web y la generación de medios alternativos, hacer alianzas con las radios populares y salir a informar TODO a los trabajadores, a la población.

En lo que respeta al respeto de nuestros derechos debemos profundizar en el planteamiento de la CGT. Educar, organizar y luchar. Debemos constituir Sindicatos y dotarlos de capacidad de lucha. Hay que salir a exigir respuestas.


MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente CGT