PULSO SINDICAL DEL 17 AL 24 DE MAYO DE 2010
Cuando hemos discutido sobre las enormes carencias que tenemos como movimiento sindical, uno de los elementos que mas se destaca es el de las comunicaciones. Carecemos de instrumentos que articulen las iniciativas y que den a conocer las diferentes noticias que día a día se van sucediendo en el movimiento de los trabajadores.
Aunque no existe ningún medio de comunicación masivo, diario o semanario, radial o televisivo que entregue las informaciones sobre los avances y retrocesos sindicales, muchos son los que en intervenciones y discursos llaman la atención sobre el importante rol que deben jugar los trabajadores organizados en la lucha contra el sistema y la generación de un nuevo estado social.
O sea es la clase trabajadora la llamada a provocar los cambios, pero fuera del discurso no se ve ejercicio alguno que vaya dirigido a dotarla de un instrumento para la consecución de sus fines. Una vez más, en toda su dimensión, la inconsecuencia.
Por cierto que esto se viene reclamando por diferentes vías desde hace mucho tiempo, sin embargo por razones diversas es poco o muy poco lo que se ha avanzado en la construcción de ese medio de comunicación alternativo que de verdad informe.
No hay análisis del resultado de los procesos de negociación colectiva en un rango determinado de tiempo, así como tampoco lo hay de las diversas variables que inciden en el proceso y que pueden provocar el éxito o el fracaso del mismo. Poco se conoce de avances o retrocesos en la organización sindical, ¿somos lo que se dice que somos o se han exagerado los números para justificar quien sabe que proyectos al margen de los trabajadores y sus organizaciones? Poco o nada se escribe sobre aquellas luchas que, al margen de la legalidad del sistema, dan los trabajadores en diferentes lugares del país y lo que es mas preocupante en un mínimo porcentaje son sus difusores las propias organizaciones y sus dirigentes.
Señales ciertas de una crisis que se profundiza cada día por responsabilidad de todos.
En las últimas semanas se han dado al menos 2 acciones de fuerza. Una en Collahuasi y la otra en Rancagua. Sin embargo no han sido expuestos en profundidad sus resultados, mas allá de si lograron o no lo propuesto. Que decir de la serie de huelgas desarrolladas en el marco de la legislación laboral, con suerte se sabe de los inicios pero casi nunca de la culminación de las mismas. Si bien lo anterior es una obligación de las propias organizaciones, no es menos la responsabilidad que a todos nos cabe en ello, tanto en la difusión como en la solidaridad efectiva con las mismas huelgas.
El mensaje presidencial del 21 de mayo no fue más ni menos que los anteriores. Una serie de anuncios aprobados por unos y criticados por otros (los roles cambian según quien esté en el gobierno) de los cuales poco o nada queda en la memoria de los mas pobres.
Si bien se dice, por ejemplo, que las medidas para paliar los daños del terremoto van funcionando según lo propuesto, cada día son más los que van denunciando con acciones de protesta que poco o nada se avanza. Si bien se habla de tranquilidad, sigue la gente en la calle, los niños sufriendo con las inclemencias del tiempo y las soluciones demorando en hacerse realidad.
A todo bombo se anuncia el término del descuento del 7% en salud para los pensionados y en los días siguientes ya se sabe que no es algo que beneficiará al total de los más afectados y que este termino será por etapas, durante los próximos 6 años.
Falta conocer las medidas que se tomarán para que vuelva a existir un acceso a salud efectivo y digno para todos los privados de este derecho y cuyos mayores afectados son los pensionados de bajos ingresos mensuales.
Se anuncia un ingreso ético familiar de $ 250.000 para una familia de 5 miembros y no se dice que ese valor ni siquiera permitirá vivir dignamente a ese grupo familiar. Lo lógico hubiera sido anunciar que el monto del ingreso mínimo quedaría en dicho valor, monto que aunque aún es insuficiente permitiría mejorar la condición de vida de miles de hogares.
En un estudio básico que entregábamos a nuestros afiliados para su manejo en las negociaciones colectivas, elaborado en base a antecedentes del PET a los que se aplicaba el IPC del año, concluíamos que a Junio de 2009 una familia de 4 integrantes necesita “mínimo” para el mes, $ 307.719 líquidos (para alimentarse y cubrir locomoción, gas, luz agua y dividendo o arriendo mensual).Si a este valor le aplicamos un aumento del 1,1% (IPC de Junio 2009 a mayo 2010) el monto llega a $ 311.104, cantidad a la que se debe aplicar el 20,1% de previsión el ingreso mínimo debiera ser de $ 373.636.
Sin duda que las conclusiones de la comisión creada por Piñera para tratar el tema del ingreso mínimo estarán muy lejos del monto que aquí exponemos por lo que la concusión a la que deben llegar los trabajadores es obvia.
Ni el ingreso ético familiar ni el ingreso mínimo legal que pueda proponer el gobierno e incluso aquellos montos que lanzan cada año las centrales de trabajadores, son montos que permitirán vivir a una familia chilena en forma digna y con ello se pueda lograr un mayor y mejor resultado en la educación que recibirán sus hijos.
Las desigualdades sociales, los problemas de drogadicción alcoholismo y delincuencia se mantendrán mientras no exista en los gobernantes la disposición a quitar a los ricos el exceso de ganancias y con ellas avanzar hacía la dignificación de los mas postergados.
Hay algo que ya esta anunciado por la ministra del trabajo y que fue puesto en la mesa en los gobiernos concertacionistas (lo que da peso a la conclusión que muchos sacan de que este gobierno es mas de lo mismo) que debe ponernos en alerta. No digo en alerta para salir con todo cuando esto se pretenda aplicar, pues en las actuales condiciones podrían pasar los goles que quisieran, sino que despertarnos para ir avanzando hacia la construcción de más y más organización.
Anuncian que “dentro del ámbito de la negociación colectiva se buscará avanzar en la adaptabilidad pactada, incorporando la jornada laboral para que sea acordada entre trabajadores y empleadores” (La Tercera del 22-5-2010, página 16).
Esto no es otra cosa que la insistencia en una antigua propuesta destinada a eliminar la jornada de 8 horas diarias de trabajo, jornada a la que ya no tienen acceso miles de trabajadores según lo indica el articulo 27 del Código del Trabajo.
Mientras persista la legislación actual es una falacia hablar de un acuerdo entre empresarios y trabajadores. No existen condiciones mínimas para que los trabajadores siquiera pudiesen creer que sus posiciones de dignificación serán consideradas por los dueños del capital.
El camino para nosotros es uno solo, profundizar la educación sindical y formación de la conciencia de clase, para enseguida avanzar a la constitución de organizaciones de trabajadores verdaderamente representativas de éstos.
Al cierre, un saludo a quienes realizaron la primera movilización contra la descarada alza del pasaje de la locomoción colectiva. Por ahí va nuestro camino.
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T.