PULSO SINDICAL Nº 193 DEL 07 AL 13 DE MAYO DE 2013
Hicimos un análisis mas
bien modesto del circo electoral que se avecina. Agradecer a quienes lo
comentaron y lo difundieron a través de sus propias vías, en particular el
interés demostrado en el movimiento sindical, tanto en el sector público como
en el privado.
Sin embargo no podemos
dejar sin comentar la virulencia con la que se expresa el señor Roberto Arce
Contreras. Rechazo sus amenazas y descalificaciones, propias de quienes se
siente dueños de toda la verdad y pasan viendo la paja en el ojo ajeno sin ver
la viga del propio.
Se equivoca el señor Arce
al tratar de acallarnos por la vía de la descalificación. El Pulso es un
modesto intento de análisis a nuestra
realidad y desafíos de trabajadores y
cuando se haga el resumen respecto del próximo proceso electoral, el señor Arce
y otros como él no tendrán mas que reconocer lo acertado de nuestra
argumentación.
Respecto de ese tema y solo
a modo de conclusión por ahora, llamar a los trabajadores a no creer en nada
mas que en su propia fuerza, ya que será por esta vía que irán consiguiendo
respuestas a sus demandas.
Nada se gana votando como
autómatas, como nada se consigue absteniéndose o anulando el voto. Claro que es
en definitiva una cuestión de conciencia, pero el único voto que vale es aquel
que se sustenta en la fuerza efectiva de las organizaciones y de sus
integrantes, ya que quienes representan sus postulados no pueden después
hacerles la desconocida, como sucede hasta ahora.
Que nadie se engañe, como
organización no vivimos en una burbuja, es solo que en una democrática
discusión con nuestros sindicatos afiliados, resolvimos que ya estaba bueno de
seguir escuchando ofertas de nuevo Código del Trabajo, cuando es claro que no
habrá un instrumento de esa magnitud mientras exista el sistema imperante. Por
eso hablamos de reformas urgentes, reformas que vayan a solucionar las mas
acuciantes necesidades de los trabajadores.
Es urgente que se
establezca que los sueldos se pagarán impostergablemente cada 30 días y que se
envíe una reforma que impida la declaración y no pago de las cotizaciones en la AFP y el Seguro de cesantía.
También que se otorgue el derecho a sala cuna
cualquiera sea el número de trabajadoras por empresa y que se legisle en
cuanto a la obligatoriedad de entregar movilización y colación a todos los
trabajadores.
Estas y otras demandas solo
son posibles de concretar con trabajadores organizados y movilizados, no solo
para conseguir bonos por termino de negociación y prestamos blandos.
Sobre estas y otras
urgencias debe plantearse un paro nacional, considerando que su efectividad
será real solo y cuando el % de trabajadores organizados se triplique o cuadriplique
respecto de los actuales niveles de organización.
Si el llamado a paro nacional
se va a utilizar para promocionar posibles candidaturas a lo que sea , así como
demandas elaboradas en las oficinas de los burócratas y los encargados
sindicales de los partidos, volverá ase un fracaso, como todos los anteriores y
los trabajadores seguirán como hasta ahora.
Postergados y sirviendo
solo de vagón de cola para intereses que no son precisamente los de la clase
trabajadora.
Circula en el Internet una
información, que mas allá de la intencionalidad que de ella se infiere, da
cuenta de un hecho vergonzoso.
Se trata ni mas ni menos
que de la cantidad de miles de millones que se han embolsicado en estos años de
“democracia” los senadores por cumplir con sus labor. (ver en www.cgt-chile.cl)
Falta por saber si esta
misma medición se hará con los diputados, pero lo que debemos tener claro es
que dichos emolumentos han permitido el trabajo de los honorables diputados
para legislar sobre cuestiones tan importantes como el salario mínimo, los
reajustes de los trabajadores públicos, las reformas al Código del Trabajo y un
largo etcétera de temas.
Comprenderán los
trabajadores que mas que un problema ético, que en el parlamento tiene muy poco
valor para muchos de los que allí ocupan un escaño, el problema es de
capacidades y compromisos.
Aunque sea repetitivo hay
que insistir hasta la saciedad en una cuestión que es básica. En el actual
sistema el pueblo es representado por individuos que han sido electos en
votaciones, no importa si sacan mas o menos votos por culpa de abstenciones,
votos nulos o en blanco. Igual llegaran al parlamento y legislaran
¿A quien le rinden cuenta?. A cualquiera menos a sus electores.
Por eso es necesario tener
organización, organización horizontal, con dirigentes electos desde la base,
con instrumentos de control que permitan revocar mandatos de ser necesarios.
Partamos por el lugar de
trabajo, sigamos en las poblaciones y los organismos sociales, elijamos y
controlemos.
Es el primer paso para
llegar a la disputa por el poder.
No sigamos dilatando el
momento.
Organización ahora.
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T. CHILE
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