PULSO SINDICAL Nº 204 DEL 13 AL
20 DE AGOSTO DE 2013
Al igual como en su momento lo
hicieran los afiliados a ANDHA CHILE, en esta ocasión mas de 40 trabajadores de
Correos de Chile, en huelga debido a la intransigencia patronal, se encuentran
desde hace algunos días instalados en la ribera del Mapocho, en el centro de Santiago, llamando
la atención de los medios de comunicación y de la ciudadanía con el fin de
presionar a la empresa para que entregue una respuesta digna a sus peticiones y
así poner termino a la paralización.
Asimismo, un grupo de socios se
encuentra en huelga de hambre apoyando las demandas del Sindicato.
Casi 900 son los trabajadores de
SODIMAC que están en huelga desde hace 2
semanas, demandando también mejoras sustantivas a su actual contrato colectivo,
sin que se haya logrado hasta el cierre de este Pulso un resultado positivo. Lo
mas llamativo en este movimiento ha sido la dura represión policial a los
huelguistas quienes dan cuenta de mas de 130 detenciones durante la
movilización.
Finalmente y desde el 19 de Agosto, 298
trabajadores de los Sindicatos 1 y 2 de la empresa El Volcán en Puente Alto,
han iniciado también su huelga legal.
895 eran los trabajadores de Ripley
que se encontraban en huelga legal, movimiento que debieron deponer ante la
insensibilidad de la empresa, ya que incluso les serán descontados los días de
huelga.
“Querían quitar más
cosas de las conversadas antes. Hasta el martes los días de huelga se pagaban
pero como vieron que estaba más debilitada la gente en el fondo ofrecieron lo
que ellos quisieron. Ya era insostenible mantener a la gente en la calle”,
informó Héctor Valdés presidente del Sindicato Nº 1.
Vale la pena hacer notar que el en
caso de está empresa, son 1 de los 15 los sindicato existentes, razón mas que
suficiente para que la empresa juegue con las demandas de los huelguistas y
desconozca cuestiones ofrecidas con anterioridad.
Quedan a la vista, al menos 2 hechos
que son fundamentales. El primero, por el que ya hemos reclamado constantemente
radica en la carencia de apoyo y solidaridad activa.
Y sostengo esto teniendo a la vista
que los conflictos se desarrollan en espacios urbanos, a los que no resulta
difícil llegar.
Parece demasiado repetida e
insuficiente la tendencia a jugársela por marchas de huelguistas, en las que
fuera de producirse la catarsis de los afectados, hay un total desconocimiento
de los movimientos por parte de los medios de comunicación. Los patrones y el
sistema gobernante siempre se las van a ingeniar para que los conflictos no
trasciendan. Eso no debe sernos desconocido ni extraño. Son nuestros
adversarios y hacen uso de las armas de que disponen, además de la represión
policial que es otro instrumento al que recurren periódicamente
Hay que desarrollar acciones como la
de los trabajadores de Correos o similares, en los lugares en los que se desarrollan
las huelgas, contando para ello con el respaldo y apoyo de las organizaciones
sociales del sector en el que está focalizado el conflicto.
Ni las organizaciones hermanas deben
enviar solo notas de saludo, es demasiado poco y fuera de levantar en algo la
moral no sirve ni para sostener ollas comunes ni financiar la movilización de
los huelguistas, así como tampoco los afectados deben estar a la espera de que
la solidaridad se haga presente.
Hay que reclamarla y para eso deben
enviar notas a las federaciones, confederaciones y centrales indicando la
cuenta corriente o de ahorro del sindicato en huelga y demandando ayuda
efectiva y urgente.
Un segundo elemento que poco se
trabaja es el de los fondos de resistencia.
Es claro que van a jugársela los
huelguistas por que los días de paralización no sean descontados, pero esto no
siempre se solucionara positivamente.
Invariablemente los trabajadores dicen
estar dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias cuando asumen una
huelga, pero con el paso de los días comienza a apretar el bolsillo y las
exigencias en el hogar no se detienen. Alimentación, colación de los hijos,
movilización y un largo etcétera de necesidades, van minando la disposición y
decisión de los que están en conflicto.
El fondo de resistencia debe ser parte
del ADN de la organización sindical.
No usaremos estas líneas para indicar
como se puede levantar y sostener (¿para que poner al adversario sobre aviso,
no les parece?) pero es claro que cuando se tienen cubiertas ciertas necesidades económicas el
movimiento es mas fuerte y resistente y eso lo nota el patrón, que tiende a
ceder cuando sus trabajadores no bajan la guardia.
(El caso de Ripley es lo que mejor refleja
lo que aquí sostenemos, es probable que la carencia de un fondo de resistencia
haya ayudado al fracaso de la huelga)
Las cotizaciones sindicales son para
estos momentos. Ni para paquetes de Navidad ni Fiestas Patrias, ni para
reparticiones equitativas. Los fondos del Sindicato son para las peleas del
Sindicato.
Nosotros los pudimos ver con toda
claridad en la huelga de ACOTEC y otras que hemos sostenido en los últimos
meses, así como también vivimos la cara inversa y de eso estamos sacando las
lecciones para que no nos vuelva a pasar.
Muchas de las deficiencias del momento
actual, son herencia nefasta de ese pasado reciente, de esa forma de hacer
sindicalismo que debemos erradicar definitivamente.
La deficiente democracia interna, la
sobre utilización de instrumentos como el Internet, el bajo contacto con las
bases, la dependencia partidaria, el despilfarro de los recursos económicos son
cuestiones a las que no podemos quitarles la vista.
Quienes estamos por una nueva forma de
hacer sindicalismo - que de nuevo no tiene nada, sino que se trata de recuperar
la fuerza, la mística y la convicción de los fundadores del movimiento que
desde mediados del siglo XIX marcaron el camino –tenemos claro que el primer
paso para romper es la educación de los trabajadores, tanto en sus derechos
como en sus deberes.
Hay que iniciar una lucha frontal
contra un gran enemigo, que está provocando fisuras de menor y mayor grado en
las organizaciones sindicales y que se expresa con mayor fuerza y descontrol en
aquellos trabajadores no organizados.
El consumo excesivo de alcohol, la
violencia que aquello trae aparejado, el abandono o relajo en las obligaciones
con la familia, la tentación del consumo de drogas, están rondando y en algunos
casos copando espacios y los trabajadores a veces no saben como combatirlos.
El carrete de fin de semana se está
transformando, cada día más, en largas jornadas de consumo de alcohol,
agresiones incluso entre amigos y compañeros de trabajo.
Esa no es la sociedad a la que
aspiramos, ese no es el espacio que queremos entregar a nuestros hijos. La
lucha hay que darla en todos los frentes y ganarla.
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T. CHILE
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