PULSO SINDICAL Nº 270 - DEL 13 AL 24 DE DE FEBRERO DE
2015
Tomamos algo más de 10 días para sacar este Pulso y es que
el accionar del Comité de Iniciativa por la Unidad Sindical
(CIUS) es permanente en su intento de desarrollar un camino distinto de acción
sindical, lo que nos ha obligado a estar activos apoyando desde la CGT este ejercicio de trabajo
unitario.
Se hicieron esfuerzos y generaron recursos para poder
realizar un encuentro de dirigentes el próximo 10 de Marzo a las 19 horas (en
el próximo número indicaremos el lugar al que esperamos asistan muchos lectores
de nuestro Pulso), encuentro en el que se entregará la opinión respecto al
proyecto de reformas laborales. Un acto con dirigentes sindicales de base, en
donde se dará la aprobación final a un acabado análisis de una mala reforma, de
la misma manera que se propondrá el camino que, en opinión de los integrantes
del CIUS, debe seguir el movimiento de los trabajadores para salir de la
postración en que se encuentra.
Destacable es el hecho de que todas las organizaciones que
participan del CIUS lo hacen en igualdad de deberes y derechos, sin
limitaciones ni restricciones al trabajo. Lo único que importa es la franqueza
en el análisis y los esfuerzos porque los temas se analicen en la base, por que así las conclusiones de esos análisis se plasman en
documentos que serán puestos a disposición de todos los que llevan a la clase
trabajadora en el corazón.
El verano y las vacaciones no han sido obstáculo para que
semana a semana se vaya planificando el trabajo de corto y mediano plazo,
porque si en algo coincidimos todos, es en que haremos todos los esfuerzos por
anclar firmemente este proceso de unidad en nuestras organizaciones.
Ya lo saben entonces todos aquellos compañeros y compañeras que
reclaman caminos de unidad, procesos de discusión amplios y aires nuevos para
el trabajo sindical.
El CIUS realizará un encuentro sindical el 10 de Marzo a las
19.00 y la invitación es abierta a todos los que deseen participar de él.
Y a propósito de las reformas, es bueno profundizar en
algunos datos entregados, para probar con claridad de que eso de que las
reformas permitirán más sindicalización
y negociación colectiva es una mentira.
Según datos del SII en Chile, a diciembre de
2014, hay 988.743 empresas con un total
de 8.659.897 trabajadores.
Existen 778.470 microempresas que dan trabajo a
1.087.373 personas. O sea 1,39 trabajador por empresa. Son 171.665 empresas las
llamadas pequeñas, que dan trabajo a 1733.185 personas, lo que da un promedio
de 10 trabajadores por empresa. A su vez las empresas medianas son 25.838 y dan
trabajo a 1.459.043 personas, con un promedio de 56,46 trabajadores. Finalmente
las grandes empresas son 12.770 y dan trabajo a 4.380.299 personas, promedio
343 trabajadores por empresa.
Que conclusiones podemos sacar de esta
información?
*Las micro, pequeñas y medianas empresas
representan el 98,7% del total de las empresas en el país y aglutinan a
4.279.601 trabajadores
*Es casi imposible que los trabajadores de las
micro y pequeñas empresas (cuyo personal suma 2.820.558 y equivale al 32,57%
del total de trabajadores) puedan organizarse en sindicatos y negociar
colectivamente y se dificulta en grado sumo la posibilidad de que lo hagan a
través de un sindicato interempresas.
O SEA, NO SERÁN BENEFICIADOS POR LA REFORMA
Y eso no es todo. Las mismas reformas
establecen la obligación del quórum indicado por la ley para volver a negociar,
por lo tanto muchos sindicatos existentes podrían no estar en condiciones de
mantener su quórum y por lo mismo se quedarían sin poder negociar de nuevo, lo que afectará a muchas organizaciones sindicales en las empresas medianas.
Y aún hay
más. Las Confederaciones y Federaciones pierden la facultad que tenían para
participar activamente de las negociaciones colectivas de sus afiliados (actual
articulo 327 inciso segundo) y se deroga
la norma legal que establece que si el patrón no responde al proyecto
colectivo presentado en un plazo de 20 días, se entienden aceptadas las
peticiones de los trabajadores (actual articulo 332 del C. del T.)
Quiero aprovechar de fijar la atención de mis compañeros
dirigentes en una cuestión que es muy importante. En la larga argumentación que
se entrega para justificar el proyecto, hay un párrafo que dice lo siguiente:
“.. Para una adecuada y efectiva implementación de los
cambios propuestos se fortalecerá la capacidad operativa de la dirección del
trabajo….” (ver completo en el
mensaje N° 1055-362 presentado a la cámara de diputados, página 9 inciso
final)
El proyecto de reforma laboral quita la facultad a los
notarios de ser ministros de fe en la constitución de un sindicato, obliga a
los interempresa a solicitar ministro de fe para la elección de delegados,
establece una carga de mediaciones y gestiones en el proceso de negociación
colectiva, por lo que se requerirá de más funcionarios.
Sin embargo nadie a dicho es como se va a fortalecer esa
“capacidad operativa”.
Lo correcto, lo justo, es que se dignifiquen primero las
condiciones de quienes prestan servicios en todas las Inspecciones y
direcciones regionales del trabajo.
Desde mejorar las remuneraciones hasta terminar con la figura
del personal a contrata o a honorarios, dando respuesta además a todas aquellas
peticiones que han hecho las organizaciones de funcionarios, que han culminado
en paralizaciones y que al parecer aún no son completamente satisfechas.
O se tiene pensado entregar esta pega a terceros, al margen
de quienes hoy prestan servicios?. Una buena pregunta que deberán responder las
brillantes mentes que idearon esta reforma laboral.
Un connotado abogado laboralista me decía hace algunos días
que no pasa nada con esta reforma, que la única manera de terminar con tanta
inequidad en la relación de partes es instalar de una buena vez la negociación
por rama y sin embargo de ello poco o nada se dice. Es un tema interesante al
que tenemos que entrarle, como lo es aquel de entender que esto solo se trata
de la normas que el modelo instala para mantener sojuzgados a los vendedores de
fuerza de trabajo.
Son los millones de abusados en sus derechos los llamados
a entender que en sus manos está el cambiar las cosas, los cambios no vendrán por normas propuestas desde el poder.
Estas normas, que conforman el Código del Trabajo, deben ser sobrepasadas como lo hacen los
trabajadores contratistas, como lo haría cualquiera que sabe que lo que pide es
justo.
Hay que construir un Pliego de los Trabajadores y difundirlo
por todos lados, hay que organizar a la mayoría cosa que la huelga no sea más un
instrumento blandengue hecho a la medida de la patronal, sino una herramienta efectiva para los trabajadores.
Entonces, con las cosas claritas pongámonos a caminar.
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T. CHILE