jueves, 14 de enero de 2010

PULSO SINDICAL DEL 01 AL 15 DE ENERO DE 2010




Iniciamos un nuevo año, saludando a los trabajadores, las trabajadoras y a sus familias, a los dirigentes, a quienes reciben y difunden semana a semana el Pulso. Invitamos a todos a ser protagonistas principales en esta lucha por una sociedad mas justa y digna.

A aquellos que aún no logran romper con el temor y/o la desconfianza - fomentada por las malas prácticas de la dirección política, sindical y/o social - les llamamos a rebelarse, construir organización, darle conducción clasista, llevarla por los caminos de la independencia y la autonomía y hacerla realmente representativa de quienes la integran o adhieren a ella.


Que la demanda de elección universal para elegir a los dirigentes de los trabajadores en todos los niveles (ya probamos que no se necesita ninguna ley sino que voluntad para modificar el estatuto), así como la recuperación del control de las organizaciones por parte de los trabajadores (en particular el rol de la comisión revisora de cuentas, la discusión colectiva del presupuesto de ingresos y egresos) y el retorno al autofinanciamiento de la organización, sean hitos que marquen el renacer del movimiento sindical en este 2010 que se inicia.

Expuestas nuestras principales aspiraciones, es momento de entrarle al Pulso.


Llamó la atención el amplio reportaje a la huelga de Chuqui en La Tercera del 9 de Enero (paginas 30 y 31). Y es que no se habla de la huelga ni lo que motivó el acuerdo que puso termino a la misma. Se limita a mostrar a los trabajadores comprando de todo, autos, camionetas, electrodomésticos, una verdadera fiebre de consumo.

Si los viejos de Chuqui tienen los recursos y han resuelto con su familia el gasto, no tenemos por que cuestionarlos, a lo mas expresar una sana envidia ya que muchos quisiéramos disponer de un bono de 12 millones para saldar deudas y hacer compras.

El punto no es cuanto gana un trabajador de Chuquicamata, ya que lo que han obtenido lo merecen de sobra y es el resultado de muchos años de lucha.

Lo que nosotros tratamos de analizar son los elementos generales de la negociación y las carencias que ahí se manifiestan, que por lo demás no son de ocurrencia solo en el sector minero sino que el reflejo del estado en que se encuentra el movimiento sindical.


Veamos. En la tarde del primer día de huelga la empresa presentó una nueva oferta. 600 mil pesos más en el bono y dos décimas de reajuste real (de 3,8 a 4%) vinculadas a la extensión de la vigencia (de 36 a 38 meses). Los trabajadores votaron y la paralización se dio por superada.

¿Era entonces solo una pelea por unas monedas más?, ¿No había reivindicaciones mas profundas de los trabajadores mineros y si las había, por que no se dieron a conocer y así aclarar tanta información distorsionada?.

Hay hechos que nos obligan a buscar respuestas.


¿Cómo se explica que estando una huelga en proceso, y recibiéndose una nueva oferta, mas de 1.300 trabajadores no participen del proceso de votación?. Es que casi el 25 % de los trabajadores no estaba ni ahí con su movilización?.

La huelga de Chuqui deja a la vista elementos de la crisis que vive el movimiento. Se está perdiendo la comunicación entre organizaciones, la solidaridad entre los trabajadores casi no existe. Pese a todo los instrumentos disponibles, no hubo una sola red que articulara antes y ahora el apoyo al conflicto (y si la hubo no se masificó).

Es el desafío y la lección que este movimiento nos deja.

Los mineros de Chuquicamata estaban en condiciones de soportar una movilización prolongada, disponían de recursos y quizás por eso ignoran o minimizan la relación con sus hermanos de clase. A lo mejor ni se sienten parte de la clase trabajadora.


Pero ¿y el resto de los trabajadores?. ¿Como ayudamos a aquellos que terminan aceptando últimas ofertas miserables o a esos que deben poner termino a sus huelgas sin resultados positivos por las carencias aquí enunciadas?. Estamos obligados a poner aquí la mayor de las atenciones. De lo contrario seguirán sumándose fracasos.




El otro gran tema por estos días es la segunda vuelta presidencial. Somos testigos de la aparición interminable de adherentes a una u otra candidatura. Escritores, artistas, actores, personajes oscuros y famosos, enajenados, deportistas, arrepentidos, conversos y un cuanto hay. Tu personaje y dos más, es la respuesta a toda jugada del adversario.

Se ha llegado al absurdo de ver a quienes hasta hace poco llamaban a luchar contra todo este espectáculo deplorable, sacando a la calle a sus “figuras y figurines” para trabajar por el candidato.


Duele recibir correos de queridas y estupendas personas, todas ellas verdaderos ejemplos de consecuencia, quienes nos invitan a marcar por un candidato para “evitar que la derecha retrograda llegue al poder”.

¿Es que hay moral para pedir a los mas postergados que sigan esperando la caída del maná y mientras tanto caminen por las sendas que les indicáis aunque vuelvan a caer en el pantano?

Como organización sindical hicimos propuestas claras y concretas, reflejo del sentir de millones de trabajadores, quienes demandan cosas tan simples como que el sueldo se les pague cada 30 días, que los finiquitos se escrituren y paguen al momento del despido y que los patrones no tengan la facultad de quedarse con las platas de la previsión social.


No fueron tomadas en cuenta. Ni los 4, ni los 2 candidatos que van quedando, se manifestaron respecto de ellas.

¿Por que tendríamos que vernos obligados a votar por uno de ellos, porque tendríamos que dar crédito a todos aquellos que nos llaman a votar por el menos malo?.


No hay un solo compromiso serio para restituir una legislación laboral que fue un ejemplo en América Latina y por el contrario se habla de flexibilidad y adaptabilidad, instrumentos que solo apuntan a mas discriminación y abusos.

No hay una señal, ni siquiera una miserable señal, que indique que se trabajará para romper con inequidades como las que viven trabajadoras y trabajadores de INTEGRA que siendo regidos por el Código del Trabajo están impedidos de negociar colectivamente.

Reiteramos el llamado a votar en conciencia, prescindiendo de la presión y teniendo claro que el único cambio valido es aquel que termina con las inequidades y para eso debemos jugarnos por mas educación, mas organización mas lucha.

Cualquiera sea el resultado hay algo que debe cambiar a contar de esta elección.

Hay que recuperar las confianzas, curar heridas pues el daño hecho ha sido demasiado grande. Salgamos a construir organización y que estas vuelvan a ser de los trabajadores, no mas ordenes de partido a la gestión del Sindicato ni de la organización de mayor grado, a luchar por lo que de verdad merecemos sin negociación a espaldas de los trabajadores.

Ese y no otro es el desafío de la hora presente.



MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T.

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