viernes, 2 de marzo de 2012

PULSO SINDICAL EXTRA N º 6 – DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER

PULSO SINDICAL EXTRA N º 6 – DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER

Todos los años, en la mayoría de los países del  mundo, se conmemora cada 8 de marzo el Día  Internacional de la Mujer.
Es un día de memoria. Un día de reiteración de los compromisos.
El 8 de marzo, es una fecha que invita a hacer  un balance del trabajo realizado. El momento de poner especial atención en aquellas cosas que falta realizar en la organización en que participamos.
Es bien sabido que la suma de los pequeños esfuerzos, es lo que permitirá alcanzar los resultados esperados. Es el trabajo tuyo, el mío, el de todos, lo que engrandecerá la  organización, y la pondrá al servicio de la clase trabajadora para luchar por su liberación.   
Se han escrito muchas historias. Se levantaron y sepultaron mitos sobre la génesis de este día. Esto es lo que nosotros encontramos y quisimos compartirlo en esta fecha..


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Fue la profesora y dirigente socialista alemana Clara Zetkin, quien desde el año 1890, inmediatamente después de la fundación en 1889 de la Segunda Internacional, comenzó a hablar, escribir y organizar la lucha de las mujeres para integrarlas a la causa de la clase trabajadora.
Aunque por ese entonces, partido y sindicato eran cosas de hombres, grandes mujeres debatieron con los mayores lideres de la época sobre el tema y dejaron sus marcas en libros y artículos, escritos en los albores de la organización. En ese ambiente de luchas obreras y de discusiones teóricas, nació la lucha por la participación política y, poco a poco,  por la liberación de la mujer.
A comienzos del siglo XX, esta batalla de las socialistas se cruzó  con la del movimiento de las mujeres independientes que estaban en campaña por el derecho de voto. Estas mujeres, en Estados Unidos y en Inglaterra, al reivindicar el sufragio para las mujeres, quedaron conocidas como las sufragistas.
Entre los años 1900 y 1908, en Estados Unidos nacen varios clubes de mujeres, unos íntimamente conectados al partido  socialista, otros más autónomos, algunos anarquistas. Todos exigían el derecho de voto para las mujeres.

En 1908, la Federación de los clubes de mujeres socialistas de Chicago toma la iniciativa, autónoma, no conectada oficialmente al partido socialista, de llamar para un día de la mujer, en un teatro de la ciudad. Era el domingo, 3 de mayo.
Los debates tenían dos puntos en el orden del día:
1. la educación de la clase trabajadora.
2. la mujer y el partido socialista.

En esa reunión, realizada en el teatro The Garrick, de Chicago, Ben Hanford repitió una de las ideas clave de F. Engels en “El origen de la Familia, de la Propiedad y del Estado”.
En las palabras del orador, de acuerdo con Engels, “Las más explotadas son las madres de nuestro pueblo. Ellas están de manos y pies amarrados por la dependencia económica.
Son forzadas a venderse en el mercado de la boda, como sus hermanas prostitutas en el mercado público”.
Pero este encuentro independiente, no fue reconocido por el partido  socialista como comienzo de la conmemoración del día de la mujer.  La razón?. La iniciativa  había nacido fuera de la estructura oficial del partido.
Al año siguiente, en Nueva York, el 28 de febrero de 1909,  se celebró el día de la mujer en otras ciudades del país. En Chicago el día fue celebrado en una fecha distinta.
El objetivo de este día - ahora si  convocado por el comité nacional de la mujer del partido socialista norteamericano -  “era obtener el derecho de voto y abolir la esclavitud sexual.”
El panfleto de convocatoria decía: “La realización de la revolución de las mujeres, es uno de los medios más eficaces para la revolución de toda la sociedad.”

El movimiento sufragista por el voto femenino en los EE.UU. estaba fuera de la órbita de los socialistas. La mayoría de las mujeres del partido consideraban ese movimiento como un movimiento de mujeres blancas y de clase media, por lo que había un constante ir y venir sobre ese tema.
Por su lado, las mujeres anarquistas no veían ningún sentido en la lucha por el voto, ni de las mujeres  ni de los hombres. Según ellas, “el medio para construir una nueva sociedad y la igualdad entre hombres y mujeres no sería ciertamente el voto, y sí la acción directa revolucionaria”.
La principal portavoz de esta visión era la revolucionaria anarquista Emma Goldman.

En Europa el movimiento de las mujeres socialistas, liderado por Clara Zetkin, también estaba lleno de zigzag. Desde el principio, dentro de la internacional se llevaba una lucha sistemática contra la demanda por el derecho de voto femenino, pues era vista como una forma de desviar las fuerzas  revolucionarias de las mujeres y considerada como una reivindicación burguesa.
Así eran tachadas las sufragistas por los socialistas y es esa visión europea, la que será adoptada por el partido socialista americano, en medio de grandes debates y con voces discordantes.
Marcadas por este debate y decididas a avanzar en lo que consideran una justa demanda, en la 1ª Conferencia Internacional de las mujeres socialistas en 1907, realizada en la cuidad alemana de Stuttgart, 58 delegadas de 14 países elaboraron una proposición que comprometía a varios partidos socialistas a entrar en la lucha por el voto femenino.
La resolución fue elaborada, en la víspera, en la casa de Clara Zetkin, por ella y dos de  sus huéspedes: Rosa Luxemburgo y la única rusa de la conferencia, Alexandra Kollontai.

Es en ese clima de avances y retrocesos que en 1910, el partido socialista americano organiza, por segunda vez, el día de la mujer en el último domingo de Febrero, en Nueva York. El objetivo del día es declarado sin rodeos en la invitación: “enrolar a las mujeres en el ejército de los camaradas de la revolución social.”
Esta conmemoración de 1910, estuvo marcada por una gran participación de obreras. Eran las modistas de la ciudad, que habían terminado una larga huelga por el derecho a tener su sindicato reconocido.
La huelga duró desde el 22 de noviembre de 1909 hasta 15 de febrero de 1910. Fue una huelga larga, dura, con fuertes piquetes reprimidos con violencia por la policía, que detuvo a más de 600 personas. Concluida la huelga, las modistas participaron activamente de la preparación y de la realización del día de la mujer convocado por el partido socialista.

Dos meses después, en Mayo de 1910, en el congreso del partido realizado en Chicago, se decidió que se enviaría delegados al congreso de la Internacional, a celebrarse en Agosto de ese año con la tarea, entre otras, de proponer al plenario que el día de la mujer fuera asumido por la internacional.
En Agosto de 1910, antes del Congreso de la Internacional, se realizó en Copenhague, Dinamarca, la 2 ª Conferencia Internacional de las mujeres socialistas. Fue entonces que las delegadas americanas presentaron la propuesta aprobada en el congreso de su partido.
Se presentó otra propuesta que también llamaba a conmemorar el día de la mujer pero proponía que se hiciera junto con la fecha ya clásica de la lucha obrera, el 1º de mayo establecido por la Internacional en 1889, esta era defendida por Clara y varias otras delegadas.
La Conferencia terminó aceptando la propuesta de las delegadas de Estados Unidos, por lo que Clara Zetkin y otras delegadas proponen al Congreso de la Internacional la realización anual del Día Internacional de la Mujer.
“Las mujeres socialistas de todas las naciones, organizarán un día de las mujeres específico, cuyo primer objetivo será promover el derecho de voto de las mujeres. es preciso discutir esta propuesta, conectándola a la cuestión más amplia de las mujeres, en una perspectiva socialista.”
El día exacto quedó indefinido. Se resolvió que cada país debía escoger la mejor fecha para conmemorarlo. La resolución aprobada será publicada inmediatamente después, en el periódico dirigido por Clara, llamado  “La Igualdad”, el 29 de agosto de 1910.
fue derrotada.
En Europa, la primera celebración del día Internacional de las mujeres ocurrió el 19 de marzo de 1911, por decisión de la secretaría de la mujer socialista, órgano de la internacional. Alexandra Kollontai propuso la fecha,  para recordar un levantamiento de mujeres proletarias, en Prusia, el 19 de marzo de 1848. Ese día, escribió Kollontai, las mujeres consiguieron del rey de Prusia la promesa, después no cumplida, de obtener el derecho al voto.

En los EE.UU. la tradición de realizar el día de la mujer en el último domingo de febrero se repitió en 1911, 1912 y 1913. En 1914, será conmemorado el 19 de marzo, siguiendo la indicación de kollontai.
En varios países de Europa, después de la decisión de la 2ª Conferencia, donde había un partido socialista, se comenzó a conmemorar el día de la mujer.

En Suecia, la primera conmemoración fue en 1º de marzo de 1911. Lo mismo ocurrió en Italia. En Francia el comienzo del día de la mujer fue en 1914, el día 9 de marzo, próximo al día de la mujer en Alemania.
En 1914, por primera vez, en Alemania, Clara Zetkin y las mujeres socialistas marcan la fecha del día de la mujer para el 8 de marzo. 

En Rusia, bajo la opresión del zar, el primer día de la mujer sólo fue conmemorado el 3 de Marzo de 1913. En 1914 todas las organizadoras del día de la mujer cayeron presas y por eso no hubo conmemoración.
En plena guerra mundial, en 1917, en Rusia, las mujeres socialistas realizaron su día de la mujer el 23 de febrero, por el calendario ruso. En el calendario occidental, la fecha
correspondía al 8 de marzo.
Era el mismo día que en Alemania había sido escogido para la conmemoración. Este día explotó la huelga espontánea de las tejedoras y modistas de Petrogrado  Un gran número de mujeres obreras, en la mayoría tejedoras y modistas, contrariando la decisión del partido que consideró que aquel no era el momento para cualquier huelga,  salieron a las calles en manifestación por pan y paz.
Esa manifestación fue la espoleta del comienzo de la primera fase de la revolución rusa, conocida después como la revolución de febrero.

Estos son algunos de los antecedentes que hemos logrado recopilar para ir construyendo lo que llamamos “La Historia del Día Internacional de la Mujer.
Se deja de lado el mito de que este día se genera en recuerdo de decenas de obreras muertas en 1857 y esperamos concluir con éxito la tarea a la que nos hemos abocado.

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El 16 de diciembre de 1977 la Asamblea General de las Naciones Unidas, invitó a todos los Estados a que proclamaran, de acuerdo con sus tradiciones históricas y costumbres nacionales, un día del año como Día de las Naciones Unidas para los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.
Se exhortó a los Estados a que continuaran contribuyendo a crear condiciones favorables para la eliminación de la discriminación contra la mujer y para su plena participación en el proceso de desarrollo social (resolución 32/142).
Esa decisión se adoptó con motivo del Año Internacional de la Mujer (1975) y del Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer (1976-1985), ambos proclamados por la Asamblea.
E
n 1975, Año Internacional de la Mujer, las Naciones Unidas comenzaron a observar el Día Internacional de la Mujer (8 de marzo).
En su mensaje del Día el 8 de marzo de 1996, el Secretario General dijo: "Aunemos nuestros esfuerzos para poner fin a la discriminación por motivos de género, cuando quiera y donde quiera que ésta ocurra. Es preciso que toda la humanidad ... tenga plenas facultades para aportar su contribución al desarrollo de la sociedad y el adelanto de la civilización".

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La tradición oral indica que la primera vez que se conmemoró en Chile esta fecha, fue en 1915. Sin embargo, es solo a partir de 1936 y por iniciativa del Movimiento pro Emancipación de la Mujer Chilena (MEMCH), que se conmemora este día en forma ininterrumpida. Desde ahí en adelante y año a año, las organizaciones de mujeres en chile realizan diversas actividades para recordar la fecha.

Desde los inicios del siglo XIX, la mujer comienza a lograr pequeños espacios. En 1810 se abren algunas escuelas primarias y en 1830 un colegio, ambos  para niñas, donde se enseña por primera vez historia, geografía e idiomas extranjeros. En el año 1853 se abre la primera escuela normal para preparar mujeres docentes.
En 1884 se titula la primera mujer dentista, Paulina Starr. En 1892 Matilde Troup se titula como la primera abogada  y en  1899 Corina Silva se transforma en la primera mujer directora de un liceo.
La organización sindical de las mujeres toma cuerpo ya antes de que acabe el siglo XIX. En 1894 se encuentra constituida una organización denominada Sociedad Emancipadora de la Mujer. Seis años mas tarde, en el 1900, en el periódico ”Democracia” se informa de la existencia de una Asociación de Señoritas Unión y Ahorro.      
En 1906, con finalidades distintas que la anterior, se organiza en Santiago la Asociación de Costureras en Resistencia, que entre sus objetivos reivindicaba reglamentar las horas de trabajo aboliendo la costumbre de trabajar de noche. También plantea reglamentar la forma que garantice a la obrera costurera, la justa y racional remuneración por su trabajo.

En 1905, L. E. Recabarren escribía en “El Proletario” de Tocopilla lo siguiente: “Los que luchamos por la libertad de los oprimidos, debemos tomar en cuenta que la mujer tiene una doble esclavitud, de manera que nuestros esfuerzos deben ir también a liberar a la mujer de ese cautiverio. Ella posee las mismas facultades que el hombre y debe hacer uso de estas, en las mismas condiciones que el”.

A pesar de tanto tiempo transcurrido y de las leyes que se han dictado, en nuestro país, en pleno siglo XXI, muchas mujeres aun no tienen derecho a jornadas de  8 horas diarias. Tampoco pueden disfrutar del beneficio de la sala cuna cuando no superan el mínimo de 20 trabajadoras por empresa. No en todos los lugares de trabajo las mujeres reciben alimentación digna y suficiente. Regularmente no se les compensa el gasto diario de locomoción en que incurren y en muchos casos los uniformes  que les entregan para cumplir con su labor diaria, son descontados de la remuneración mensual.
Son miles las que reciben como sueldo, cualquiera sea el oficio que desempeñan, el ingreso mínimo mensual fijado por el gobierno.
Con burdos argumentos, y aunque esta prohibido todo acto de discriminación, los empleadores despiden a las trabajadoras cuando están embarazadas o les niegan las mínimas comodidades para obligarlas a renunciar a sus empleos.
Todo esto, que debiera ser una demanda permanente e irrenunciable, no esta todavía presente en el trabajo diario de las organizaciones sindicales, sociales y políticas del
país.
A pesar del drama que todo lo relatado significa, aun  no somos capaces de generar un gran y único movimiento que levante las  demandas de la mujer y las ponga en el centro de la discusión.

Por ello  hoy mas que nunca es imprescindible la organización de todos los trabajadores, hombres y mujeres, para poder obtener un lugar en esta sociedad y dejar atrás la triste realidad de nuestra situación actual.
Un llamado a todas las mujeres de nuestra patria a ponerse de pie, para despojarse de una vez  de las injusticias sociales el desprecio y la discriminación.
La invitación a los hombres a crear mas y mas espacios para que todos juntos podamos hacer de la organización sindical un instrumento poderoso, que de respuesta a nuestras reivindicaciones históricas
VIVA EL DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER

MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T. CHILE 

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