PULSO SINDICAL Nº 252 DEL 18 AL 23 DE SEPTIEMBRE DE 2014
Las organizaciones
sindicales están constituidas por personas y voluntades que se aglutinan en
torno a una idea principal, que generalmente esta relacionada con el termino
del abuso y el reconocimiento de derechos propios de su condición de
asalariados.
Respetando las visiones
personales pero subordinándolas a aquellas que representan a la gran mayoría,
el conjunto en formación se pone a disposición del proyecto discutido y
aprobado por el colectivo, y comienza con mucho esfuerzo a construirlo.
En ocasiones cuentan para
ello con el apoyo y el respaldo de distintos profesionales, que ven en la clase
organizada el elemento fundamental para
desarrollar desde allí el cambio de sociedad, promover la derrota de aquello
que genera el abuso y la miseria (el capitalismo) e instalar las bases de un
mundo más digno y justo.
No todos los que forman la
organización ni quienes la apoyan, logran salvar las trampas y tentaciones que
instala el sistema.
Resulta mas cómodo para
algunos hablar y promover soluciones mínimas, de parche más que de cambio real,
y comenzar a vivir dentro del modelo instalado por el adversario de clase.
Más que educar y apoyar,
lucrar con las asesorías. En vez de trabajar por la unidad, elaborar propuestas
de dudoso resultado, al amparo de consensos y diálogos inútiles.
Por eso resulta valioso y
debe destacarse el apoyo de los profesionales de clase. Aquellos que habiendo
logrado éxito académico no perdieron de vista el sufrimiento de las grandes
masas de explotados y resolvieron, más allá del bienestar económico que su
profesión pudo entregarles, prestar toda la ayuda necesaria a la clase
trabajadora para que pudiera reconocer claramente su enorme importancia en el
desarrollo de la sociedad, ayudándola asimismo en la construcción de la
propuesta.
Es lo que hizo durante su
vida Eduardo Long Alessandri, reconocido abogado laboralista y asesor de
importantes organizaciones sindicales, quien siempre estuvo a disposición de
aquel que lo necesitara, mas allá de los beneficios que tal apoyo pudiera
generar. Un hombre entregado a su causa, la defensa irrestricta del trabajador.
Este digno y abnegado
abogado laboralista fue el padre de Jorge Long Prunes, nuestro compañero
abogado, nuestro amigo, nacido el 14 de mayo de 1947 y que falleciera el pasado
18 de septiembre de 2014.
Jorge Long Prunes estuvo
con nosotros desde fines de 1996, cuando fuimos denostados y se nos trató de
destruir por reivindicar la independencia y la autonomía de la organización, de
partidos políticos, gobiernos y empresarios.
Poco de conversar
necesitamos para ponernos de acuerdo y de ahí para delante fuimos compañeros y
cómplices en un sinfín de iniciativas. Escuela sindical, programas de radio,
presentando nuestros libros y en ocasiones sosteniendo la publicación del
periódico mensual.
Atendió cuanto problema se
le presentó, superando largamente la asesoría laboral y son millares quienes
vieron solución a problemas que nadie quería asumir por lo complejos.
Planificamos, propusimos,
trabajamos por convencer. Fue testigo privilegiado de nuestro crecimiento y
consolidación y estuvo de principio a fin en 2 de los más importantes
proyectos, hoy concretados. La sede propia y el centro recreacional.
Despedimos con gran dolor a
un amigo, pero tenemos la intima satisfacción de haber hecho junto a él todo lo
que se podía hacer por nuestra clase.
Me alegra mucho la medida
de poner limite a la venta de alcohol en Providencia, pues no solo pone atajo
al desenfreno de quienes creen que no hay mas mundo que ellos mismos, sino que
también permitirá de alguna manera disminuir la cantidad de horas de trabajo de
muchos y muchas en pubs, bares y similares.
Y no es una cuestión menor,
ya que se trata de personas que en muchos casos deben cumplir turnos cortados
(la jornada se divide en 2 partes, con intervalo de 4,5 o 6 horas, turnos
ilegales hoy por cierto pero pronto a ser validados por obra y gracia del
parlamento) hombres y mujeres que se han
acostumbrado a vivir en la anormalidad.
Y es que no es menor que
alguien salga de su hogar a las 9 o 10 horas de la mañana, trabaje en turno
desde las 12 hasta las 16 horas, deba deambular por ahí hasta las 20 o 21 horas
para nuevamente regresar a cumplir jornada de la que sale después de las 2 o 3
de la madrugada. ¿Qué vida familiar es la que hace?
Y el problema no termina
aquí.
Seguir desconociendo que la
ingesta de alcohol en forma excesiva es causa principal de accidentes, así como
de asaltos y lesiones, es producto exclusivamente de la codicia de quienes son
propietarios de este tipo de locales y que desean mantener a como de lugar, sus
ganancias.
Quienes buscamos cambios sociales no podemos desconocer el
enorme daño que el tabaco y el alcohol junto al consumo de drogas, hace en
muchos de nuestros jóvenes y de los trabajadores. Son estos excesos los que van
dañando el organismo de las personas y anulando lentamente la conciencia,
proceso que culmina en miles de personas que no participan, que no reclaman sus
derechos, que se ven obligados a vivir endeudados y no encuentran como salir de
ese circulo vicioso.
Aunque pueda percibirse
como doloroso se debe enfrentar y medidas como las limitaciones horarias para
expender creo que van en el sentido correcto, aunque son insuficientes. Hay que
educar a través de los medios de comunicación, atacar el origen, que no es otro
que los grandes productores, los mismos que auspician actividades de todo tipo,
con los productos que dañan la salud de la población. (¿Si ya lo hicieron con
el tabaco, porque no hacerlo con el alcohol?)
El caso bombas sigue dando
para la promoción del miedo y la descalificación de aquellos que se plantean el
cambio de la sociedad. Hemos sido claros en rechazar acciones que dañan a
inocentes y al pueblo, y de la misma manera hemos expuesto nuestro rechazo a la
criminalización que se pretende hacer de las ideas de izquierda y libertarias.
Que no se pierda el centro. El enemigo sigue siendo el abuso del capital y la
desinformación.
Nada se ha dicho sobre el
siguiente caso y salvo una vez en el noticiero de Chilevisión, está quedando en
la impunidad otro acto criminal de Carabineros.
“La noche del 11 de
septiembre, un niño de 9 años perdió su ojo derecho tras recibir el disparo de
un balín de goma. Los familiares denuncian que los perdigones fueron lanzados
por Carabineros.
El hecho se produjo a
eso de las 22:30 horas, en el sector Las Industrias de la población La Legua , mientras un grupo de
vecinos se encontraba viendo un documental sobre lo ocurrido en 1973. Un video
muestra cómo Fuerzas Especiales de Carabineros pasó disparando desde un
vehículo en movimiento.
El menor, identificado
como Alexis Muñoz, recibió tres impactos de balines: uno en el ojo y los otros
dos en la pierna y el brazo. Otras seis personas también resultaron
heridas. Paloma, otra de las afectadas, terminó con un perdigón incrustado
en el glúteo”
¿Y donde está la exigencia
de explicaciones que de cuando en cuando demandan los parlamentarios de todos
los colores? Y donde la investigación de los organismos de derechos
humanos? ¿Y que dicen el gobierno y las
jefaturas policiales?
Veamos el caso del
restaurante las Vacas Gordas y el despido verbal hecho por el patrón, grabado y
subido a Youtube. Todo un show, amenazas, acusaciones y las autoridades
visitando los medios de comunicación, ¿para que?, para que al día siguiente se
hable de un acuerdo que aún no se explicita con claridad y una acción por malas
practicas patronales que morirá como todas, sin sanciones ejemplarizadoras ni
publicas.
Y si no, recordemos el caso de esa trabajadora
de nacionalidad haitiana que fue golpeada por su patrón, de quien no se expuso
nombre ni se ha dado a conocer la sanción.
Todo esto y mas continuará
ocurriendo, mientras no asumamos que en parte somos responsables. Por guardar
silencio, por no denunciar, por no organizar a los abusados.
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T. CHILE
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