miércoles, 11 de noviembre de 2009

PULSO SINDICAL DEL 01 AL 12 DE MOVIEMBRE DE 2009





Estamos ante un hecho complejo que no es para nada nuevo, que ha marcado la gestión de las organizaciones sindicales y sociales desde hace mucho tiempo y que pese a desprestigiarse por el mal uso, sigue siendo de uso habitual ante cada conflicto que estalla. Se levanta una demanda reivindicativa y de inmediato surge desde el sector en negociación la frase de que la misma es “irrenunciable y se defenderá hasta las últimas consecuencias”.

Se repitió tanto y por tantas partes la frasecita en cuestión, que la contraparte de los que están en conflicto parece tener claro que tal posición no es definitiva y termina imponiendo lo que ella estima lógico y justo, que generalmente no tiene nada que ver con lo que demandan los trabajadores. Terminan estos entonces cargando una gran frustración, que año a año se va haciendo más grande. Sin embargo y ad portas de cualquier nueva negociación vuelve a definirse lo que se pide como irrenunciable y se anuncia nuevamente una lucha “hasta las últimas consecuencias”. La pregunta es ¿tienen claro bases y dirigentes lo que significa anunciar una lucha hasta las últimas consecuencias y están dispuestos a darla?”. Todo indica que no es así y esa sería una de las razones para explicar tantos fracasos.




En la empresa privada (y pareciera que no solo ahí), es común que dirigentes y trabajadores resuelvan pasar la propuesta de pliego al patrón “con el tejo pasado”. Esto es pedir una cifra determinada sabiéndola inalcanzable y cuando las cosas se complican poner en la mesa una cifra menor (que no siempre es consultada con los trabajadores). Para que el descontento no sea tan grande se pide un buen “bono de termino”.

Ya se dieron cuenta los que tienen el poder que muchos trabajadores están mas expectantes de conocer el monto del bono (porque están llenos de deudas, porque no se preocupan de lo colectivo y solo ven lo individual) que de los beneficios colectivos que se obtendrán. Es tanta la desvergüenza de la patronal que incluso han llegado a ofrecer “prestamos blandos de largo plazo” para desactivar muchas de las potenciales confrontaciones. Es duro reconocer que en muchos casos lo han logrado.




Preocupación especial merece la falta de solidaridad, que llega hasta la incomprensión, con los diversos conflictos que se suceden, los que incluso no tienen la difusión que debieran en los medios de comunicación ni en las diversas cadenas de noticias por Internet.

El sindicato de trabajadores empresa ISS Facility Services S.A. de Concepción está en huelga desde el 9 de noviembre, así como también están en huelga los trabajadores del Sindicato PREASERVICE de Supermercados Santa Isabel (uno de las decenas de sindicatos que existen en esta empresa propiedad de CENCOSUD). Hasta el cierre de este Pulso había 92 profesores en huelga de hambre a nivel nacional. De ellos hay 13 en la sede de la CUT y también los hay en las comunas: La Florida, Pudahuel, Quinta Normal, Lampa, Lo Prado, Maipú, Quilicura, PAC y El Bosque. Una delegación de la CGT visitó al grupo que está en la CUT y les entregó nuestro respaldo y apoyo.




El caso de los trabajadores en huelga de la mina Spencer es necesario de analizar. En mi opinión se comete un error al traer a los compañeros desde Antofagasta a Santiago, debió actuarse allá contra el sistema, con tomas de instalaciones y todo aquello que hubiese permitido la capacidad de acción de los huelguistas y quienes les apoyan.

Ya se vivió en Santiago una experiencia similar con la huelga de los compañeros de Tambillo en la IV Región, e incluso antes con los pesqueros de Talcahuano y para que recordar las veces en que vinieron los mineros del carbón.

La solidaridad no puede remitirse a consignas y actos político culturales, ya que siendo validas como herramientas, son insuficientes para el drama que regularmente viven los huelguistas y sus familias.

Por eso se trata de tomar contacto directo con los afectados y ver de que manera se les puede ayudar. Por eso no es menor pedir a quienes entran en conflicto, así como a los compañeros que ayudan y apoyan, que remitan números telefónicos, direcciones, cuantas corrientes o de ahorro de las organizaciones en movilización.




He creído necesarias algunas líneas para explicar algunos hechos que han acaecido últimamente y que involucran a Sindicatos de la Fundación INTEGRA.

En un documento publico, 2 de los sindicatos de esa Institución, que agrupan a algo mas del 65% del total de trabajadores sindicalizados, se han auto arrogado la representación total de los trabajadores de la Institución, cuestión que no corresponde a la verdad.

Son más de 3.000 los trabajadores que están en otros Sindicatos de la Fundación y algunos cientos – que hasta podrían superar el millar – no tienen afiliación sindical. Muy mal hacen entonces estas 2 organizaciones al tratar de mostrarse como las únicos representantes de quienes trabajan en Integra.

No se han quedado solo en eso. Mientras en sus congresos llaman a votar por “candidatos de los trabajadores al parlamento para terminar con la exclusión” discriminan, excluyen con saña a sindicatos legalmente constituidos al interior de la Fundación, negándose a participar en cualquier negociación sobre las condiciones de los trabajadores si es que estas representantes sindicales están presentes.

Una lastima que la dirección de la institución no se haya opuesto a este chantaje e igual hubiera convocado a todos los representantes de los trabajadores para conversar sobre sus demandas.

En este camino de imponerse por la fuerza no hallaron nada mejor, las 2 organizaciones a que me refiero, que convocar a un paro nacional ignorando a las demás organizaciones sindicales de INTEGRA, como lo han hecho durante todo el proceso de negociación. Saben muy bien cual fue el resultado de su aventura, pero se cuidaran de entregarlo a los trabajadores.

Lo que está fuera de toda duda es que han dañado gravemente las confianzas, han intentado poner a los trabajadores unos contra otros y probablemente ese daño se refleje ya en el actual proceso de negociación. Los trabajadores no deben olvidarse de esto y deben seguir avanzando perseverando en la unidad por sobre todas las cosas.




Por último algunas líneas sobre el show mundial montado en torno a los 20 años de la desaparición del muro de Berlín. Si se leyera la entrevista aparecida en la página 12 de La Tercera del 10 de Noviembre a Egon Krenz, jefe de Estado en la RDA en 1989, muchas opiniones y afirmaciones perderían sustento, varios serían los que se darían cuenta que comulgaron con una rueda de carreta.

Tuve la suerte de estar en Alemania invitado por la NGG y visitar sectores de lo que fue la RDA. Conocí de boca de los habitantes de esos lugares las enormes diferencias, las discriminaciones que se instalaron desde la caída del muro. 2 o 3 trabajadores de la ex RDA ganaban en 2001 el equivalente a lo que se pagaba a un trabajador de la ex RFA.



Con el sueldo de un trabajador alemán los empresarios de ese país pagan el salario a 4 o más trabajadores polacos. Muchas de las fábricas y empresas de Alemania se instalaron también en los territorios de los ex países socialistas, a explotar su fuerza de trabajo.

¿Eso no es violación a los derechos humanos?.



Escribo esto indignado al ver como los mismos que celebran con champagne la caída del muro de Berlín, guardan silencio criminal ante el muro levantado en Palestina y sobre el muro que divide la frontera entre Estados Unidos con Méjico.

¿Donde están los músicos famosos, los estadistas, las ONG que aman la libertad y la democracia y todos los que hacen gárgaras con la paz, reclamando contra estos muros de concreto que castigan y dividen los pueblos?.

O es que el nuevo orden mundial que establecieron incluye estas murallas?.







MANUEL AHUMADA LILLO

Presidente C.G.T.

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