"Despues de años de pelea, podemos decir que nunca mentimos"
CONFEDERACION GENERAL DE TRABAJADORES
Dieciocho 45 - 5o P. A - Fono: 695 1092 –
* EDUCAR
– ORGANIZAR – LUCHAR *
Estimados amigos y compañeros:
Hace algunos años el presidente de nuestra organización, Manuel Ahumada Lillo y quien por ese entonces era el webmaster de nuestra pagina web Arnaldo Pérez Guerra, fueron querellados por injurias y calumnias.
Se ganaron la querella por acoger el reclamo de 3 dirigentes sindicales de la empresa Siglo Verde (señores Emilio Jaque, Raul Aguilar y la señora Eliana Ferrada) quienes denunciaban haber sido sacados de una demanda por el pago de indemnización, fuero laboral y con esto privados de un pago que legítimamente reclamaban, ya que el abogado que los asesoraba, señor Jaime Gajardo Falcon, había llegado a un acuerdo con la empresa que era la ex empleadora de los dirigentes.
De esta querella nuestro presidente fue absuelto pues no había hecho otra cosa que dar cuenta de hechos que eran de conocimiento público. El señor Perez Guerra recibió una condena menor.
Durante el desarrollo de las audiencias, distintos testimonios
presentados por el querellante buscaron dejar en claro que lo escrito en cuatro artículos del Pulso Sindical por el compañero Ahumada adolecían de veracidad.
Cada uno de los testigos del señor Gajardo se esmeró en exponer el enorme daño que se le hacía con esta mentira, nacional e internacionalmente así como en su vida laboral. Todos ellos descalificaron lo escrito por nuestro presidente y reiteraron que los hechos denunciados no eran tales.
Cada uno de los testigos del señor Gajardo se esmeró en exponer el enorme daño que se le hacía con esta mentira, nacional e internacionalmente así como en su vida laboral. Todos ellos descalificaron lo escrito por nuestro presidente y reiteraron que los hechos denunciados no eran tales.
Después de escuchar a los trabajadores nuestro presidente decidió dar la pelea hasta el final, no aceptando la salida que le propuso el primer defensor público que lo representó, que era pedir disculpas y reconocer el error de la denuncia.
Como organización conversamos con los trabajadores afectados, con nuestros abogados y decidimos apoyar al presidente convencidos de que lo que ellos reclamaban era cierto.
Luego de que el presidente de la CGT fuera absuelto, solicitamos a nuestros asesores jurídicos que hicieran todas las gestiones necesarias para probar que si se les debía a los dirigentes sindicales el pago que reclamaban.
Es así que se llego a la instancia legal llamada arbitraje a la que concurrió
uno de nuestros abogados representando a los trabajadores, así como los asesores
jurídicos del señor Gajardo Falcon.
Luego de las gestiones que el caso ameritaba, el 21 de Agosto de 2011 ante el Juez Arbitro señor Gastón Salinas Ugarte se llegó a un acuerdo que posibilitó el pago de $ 800.000 (ochocientos mil pesos) a cada uno de los trabajadores involucrados, acuerdo extra judicialmente a cambio de un desistimiento de la demanda interpuesta por los dirigentes. Este pago se efectuó directamente a cada trabajador ante el abogado don Raúl Santander Padilla al firmar el desistimiento.
Los hechos terminaron por imponerse por lo que decimos responsablemente a:
Cristian Hidalgo, egresado de derecho (al menos así se presentó) quien primero conoció el hecho y lo denunció aunque posteriormente llegó a un acuerdo con el querellante y se desdijo de sus dichos;
Patricio Mora, abogado, que presentó la demanda de los trabajadores y después la dejó morir para terminar llegando a un acuerdo con el querellante y desdecirse de su actuar;
Eduardo Contreras M. (abogado de derechos humanos);
Nicolas Grau V. ex dirigente estudiantil;
Pedro Aravena R. (abogado laboralista);
Saul Vargas J. dirigente sindical;
Juan C. Galvez G. militante humanista;
Juan Baeza P., receptor laboral y;
Enrique Tapia P., administrador municipal de la Municipalidad de La
Ligua, todos testigos del querellante que dijeron haber recibido correos electrónicos directamente de nuestra organización o informados por terceros de estos, en los que se hacían acusaciones que habían dañado seriamente al querellante, acusaciones referidas a la denuncia de la que ya hemos hecho mención.
Señores testigos, ha quedado claro que los hechos denunciados no fueron
un invento de nuestro presidente.
El pago que han recibido los trabajadores, también querellados en su momento, es la constatación definitiva, final de que nuestra organización apoyó y prestó asesoría a quienes lo necesitaban y que no mentían en las afirmaciones que hicieron.
Por que hecha la verdad se restaura la honorabilidad dañada y por que lo que buscábamos era apoyar a trabajadores que nos lo solicitaron, sin importarnos si aquello nos traería complicaciones como las vividas por nuestro presidente nacional, es que hemos resuelto no iniciar acciones legales de ningún tipo contra quienes mal calificaron y derechamente denostaron el trabajo de uno de nuestros dirigentes.
DIRECTORIO NACIONAL DE LA CGT-CHILE
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