sábado, 10 de noviembre de 2012


PULSO SINDICAL Nº 170 DEL 05 AL10 DE NOVIEMBRE DE 2012

Una paralización de actividades realizaron los conductores del sindicato número 5 de la  zona B y C de la empresa Redbus del Transantiago, que opera en nueve comunas de la Región Metropolitana durante algunos días de esta semana.
Miguel Donoso, presidente del sindicato indicó que la paralización obedece a que “ la empresa ha incurrido en cambios unilaterales en los contratos, así como también de horarios de trabajo en forma arbitraria y bajos salarios”.
Producto de la movilización la empresa recurrió al despido masivo (mas de 200 anuncios de finiquito según distintas versiones de prensa), lo que provocó la mediación de la presidente de al CUT quien consiguió, de conjunto con el subsecretario del trabajo, que se instalará una mesa de dialogo entre los trabajadores organizados y la empresa.
Según la prensa del 5 de noviembre, las partes habrían reiniciado las negociaciones y el servicio se reportaba normal.
De lo anterior se desprenden necesariamente algunos comentarios.

Es destacable el rol asumido por la presidenta de la CUT, aunque la gestión haya terminado en lo mismo de siempre: “la instalación de una mesa de dialogo”. Si los trabajadores iniciaron una movilización por incumplimientos de la empresa ¿se justifica la instalación de mesas de diálogos, mas allá de quienes resulten ser los gestores de las mismas?. ¿Podrán estas mesas de diálogo dar solución efectiva a las demandas que provocaron el paro de los trabajadores?.
La experiencia hasta ahora acumulada demuestra que las mentadas mesas solo han servido para acallar demandas, dilatar soluciones, y han culminado en la entrega de algunos tapabocas que poco o nada responden al verdadero sentir de la movilización laboral.
El segundo elemento importante es la clara falta de unidad y solidaridad de parte de sus pares en el conflicto de estos chóferes. Aunque es sabido que en este y otros gremios, la envidia y los apetitos personales de ciertas dirigencias impiden una amplia unidad, al menos debieron expresarse algunos gestos de solidaridad.
No es menos cierto que la gran cantidad de sindicatos en las diversas empresas vinculadas al Transantiago hacen compleja y difícil la instalación de proyectos comunes. Si son todos chóferes y están vinculados a empresas que los hacen objeto de los mismos o similares abusos,¿Por qué no tener una sola organización, un solo proyecto de demandas y así poner al patrón contra la pared de una vez por todas?.
Tercero. No resulta un secreto a estas alturas del partido la deficiente y a veces nula gestión de las autoridades del trabajo. Cuando estalla un conflicto como este de los conductores de buses, poco o nada dicen, mas allá de exigir que los trabajadores deben adecuarse a la legalidad vigente. Son cientos las denuncias de este sector de trabajadores que no se fiscalizan, además de lo pobres que resultan las sanciones hacía la patronal.
La búsqueda de fácil figuración, como salir a hacer fiscalizaciones en día de feriado o anunciar cambios a la legislación que después se pierden en el tiempo, parece mucho mejor negocio que ponerle de una vez por todas el cascabel al gato y sancionar drásticamente a quienes incumplen la ya mala legislación laboral.
Llamamos la atención sobre esto pues la lenta fiscalización a las denuncias de los trabajadores se repite en distintos lugares y la mayor de las veces, cuando se hace el control ya se despidió o abusó de los trabajadores quienes terminan por tirar la esponja.

Por último hay que insistir en lo lenta que es la respuesta de clase ante hechos como el que comentamos, y a veces ni siquiera hay respuesta.
Reconozcamos si que muchas veces no hay antecedentes para concurrir a entregar solidaridad. La noticia aparece en los medios de comunicación tradicionales absolutamente distorsionada, sin que dispongamos de elementos claros y concretos que permitan mostrar a los trabajadores lo que realmente suceda y demandar de ellos muestras diversas de apoyo y respaldo a los afectados.

Similar a lo anterior es la situación respecto del paro indefinido que están llevando adelante miles de pescadores artesanales. El presidente del Consejo Nacional de Defensa de la Pesca (Condepp), Nelson Estrada, que representa a alrededor de 50 mil pescadores artesanales a informado que este paro es en rechazo a la denominada Ley “Longueira”. El dirigente de los trabajadores ha dicho que “pedimos al Presidente Piñera que hiciera una ley justa, donde los recursos pesqueros se mantengan en manos de todos los chilenos y tengamos oportunidad de levantar cabeza, en cambio, está sacando una ley a presión que mata la pesca artesanal y regala la pesca a siete familias de la industria pesquera”.Por esto, agregó, “el Gobierno no nos ha dejado ninguna otra opción que salir a la calle a luchar por nuestro derechos”.
Aunque en este caso es mucho mayor el número de involucrados que en el paro de chóferes y que las acciones de presión han contado con el apoyo de la ciudadanía en las diferentes localidades, salta a la vista la falta de información fidedigna para difundir entre los trabajadores.
En estos tiempos de reflujo, de abandono de todas las formas de lucha que sean necesarias para hacerse oír, los compañeros de la pesca artesanal no pueden ignorar que la deficiente comunicación impide la solidaridad. Se debe hacer llegar a todos lados un detalle, aunque sea somero, del desarrollo del conflicto.
Son miles aquellos que están casi sin fuerzas para luchar por sus derechos, que se niegan a sindicalizarse y estos ejemplos de dignidad y lucha deben ser difundidos, explicados para instalar en todas las conciencias obreras la llamita de la rebelión y de la lucha por las justas demandas.

Al cierre y aterrizando en el día a día una necesaria explicación a quienes nos consultan sobre la validez del despido verbal.
Esta forma de despido no existe. Generalmente es utilizada por la patronal en feriados largos o en día jueves o viernes. Le dicen al trabajador que está despedido y que retorne al inicio de la semana siguiente a cobrar finiquito.
Que sucede?. Muchos se van tranquilitos y no reclaman en parte alguna. Cuando vuelven a cobrar se encuentran con una carta de despido por abandono de trabajo, lo que no les da derecho a indemnización. El despido es un facultad unilateral de patrón al igual que la causal para ello. Siempre buscará despedir evitando pagar indemnización.
El trabajador despedido verbalmente debe exigir la carta de despido, si no se le entrega concurrir a la Inspección del Trabajo y colocar un reclamo por despido injustificado. Será citado a un comparendo y debe asesorarse antes de concurrir al mismo. El Sindicato, Federación, Confederación o Central pueden ayudarlo en eso.
Si el despido es posterior a las 14.00 o en un fin de semana, concurra a carabineros del sector donde trabaja y ponga una constancia. A primera hora del primer día hábil siguiente ponga el reclamo en la Inspección.

No lo olvide. Defender los derechos es el primer paso en la lucha por la dignificación.

                                                                                       MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T. CHILE 

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